Hasta hace menos de tres meses, la selección de Alemania era un polvorín de cara a la Eurocopa.
Una fase de preparación desastrosa, con solo tres victorias en los once partidos posteriores a la conclusión del Mundial de Catar; un cambio de entrenador, tras una estrepitosa derrota contra Japón por 1-4 en casa; y una desazón general previa al torneo en el que Die Mannschaft está obligado a ofrecer una imagen acorde a la responsabilidad que supone ser anfitrión.
Todo ello cambió con una publicación de Instagram el 22 de febrero. Después de numerosos rumores, Toni Kroos anunciaba su intención de retornar al combinado alemán después de tres años, luego de su renuncia tras la Eurocopa multisede de 2021.
Acto seguido, el seleccionador Julian Nagelsmann lo convocaba para los dos amistosos que disputaba el cuadro germano en marzo frente a Francia y Países Bajos.
Las sensaciones no pudieron ser mejores. Tras una nefasta deriva después de Catar, donde la selección de Flick cayó en la primera fase, el equipo germano dejaba dos grandes victorias consecutivas que volvían a posicionarla en la terna de favoritos para el título europeo. Y todo ello, con el mando del madridista en la medular del campo.
Contra Francia el primer contacto de pelota de Kroos, un pase a Florian Wirtz tras el saque de centro del campo, terminó en gol.
El centrocampista, que vive una de sus mejores temporadas en el Real Madrid, está llamado a poner orden en la sala de máquinas alemana para que el cuadro teutón recupere el prestigio que lleva lapidando en los últimos torneos -viene de caer en la fase de grupos de los últimos dos Mundiales y en octavos de final de la pasada Eurocopa-.
Para ello, contará con la colaboración de viejos conocidos de su anterior etapa como Ilkay Gündogan, Manuel Neuer o Thomas Müller; y a jóvenes valores de la nueva generación alemana, como Jamal Musiala, Aleksandar Pavlovic o Florian Wirtz.
Kroos sabe de la presión que se avecina. Su regreso, a pesar de haber despertado una buena acogida, también ha dejado cierto rechazo, como muestran los silbidos que recibió de su antigua afición en el Allianz Arena de Múnich en semifinales de la Liga de Campeones; que solo cambiará por aplausos si conduce a Die Mannschaft a un resultado en consonancia a la envergadura del evento.
No obstante, Nagelsmann lo tiene claro en lo que respecta a la figura del mediocampista. "Si uno abraza a Kroos es como si lo hiciera a alguien de acero", destaca de él.
Consciente de la carga de partidos que arrastra durante la temporada, el técnico, aunque es conocedor de que tendrá que dosificarlo, reseña que "está completamente en forma".
Toni Kroos ha disputado un total de 108 encuentros con la camiseta de la Nationalelf, en los que ha anotado 17 goles a lo largo de tres Mundiales y tres Eurocopas (esta será la cuarta).
Su momento cumbre llegó en el campeonato del Mundo de Brasil 2014, en el que se proclamó vencedor derrotando a Argentina en la final del torneo por uno a cero, protagonizando una actuación estelar en la competición -con el histórico siete a uno a Brasil en semifinales, en el que anotó dos tantos, como mejor exponente-.
Alemania quiere volver a levantar en casa un título tras diez años de sequía -28 desde que ganó su última Eurocopa- y Kroos no quiere perder esa oportunidad. Quién sabe si la última.