Algunas mañanas, el grupo de mujeres que practica paneuritmia, una modalidad de yoga, en el parque infantil Carlos Díaz alcanza el medio centenar. Incluso aquellos días en los que no están todas, la reunión es igualmente numerosa, alegre y bulliciosa. El pequeño pulmón verde, construido hace más de 20 años entre las calles Uruguay, Brasil, Doctor Fleming y el Paseo Marítimo, es el lugar predilecto para los albañiles que trabajan en las obras cercanas, como la de la antigua residencia de tiempo libre, dado que encuentran algo de sombra y fresco para dar buena cuenta de un bocadillo a media jornada. Vecinos de otras localidades desplazados a Cádiz para someterse a pruebas diagnósticas o de revisión también acaban en la plaza si tienen que hacer tiempo hasta ser atendidos en el Hospital Puerta del Mar, que se encuentra a solo unos metros de este enclave que, a pesar de contar apenas con unos columpios, reúne por las tardes a padres y madres jóvenes con sus hijos y a abuelos con sus nietos para disfrutar de la merienda entre juegos y risas.
“Es un espacio excepcional”, dice Flor María Muro, presidenta de la Asociación de Vecinos Muñoz Arenillas-Reina Victoria, en la puerta de la asociación de la sede, en el mismo parque, con un gesto que trata de abarcar los 1.200 metros cuadrados de plaza. Pero el deterioro es ostensible y trae de cabeza al colectivo y a los residentes desde hace meses. “Los ánimos están caldeados”, confiesa con preocupación. Y así se lo ha trasladado a la concejala de Asuntos Sociales, Helena Fernández. “Hay problemas con una persona sin hogar que lleva cuatro años en la zona, en los últimos tiempos, en el interior del parque”. Según Juan Díaz y Bernabé Rodríguez, miembros de la asociación, este hombre es drogodependiente y podría dedicarse al menudeo, de manera que en más de una ocasión se han producido riñas y tumultos con hasta una decena de implicados a horas intempestivas y, además, ejerce un efecto llamada para que otros indigentes acampen en las inmediaciones.
“No tenemos nada en contra de las personas sin hogar”, remarcan. No en vano, con algunas de ellas mantienen una relación cordial y de ayuda. Pero no ha sido posible llegar a entendimiento con quien ha ocupado unos metros en la plaza. “La concejala nos pidió seis meses para encontrar una situación legal, pero desde su compromiso han pasado dos años y medio”, lamenta Bernabé.
Flor tercia para apuntar otro serio problema que sufren especialmente al término del verano: el parque es tomado, al caer la noche, por adolescentes que consumen bebidas alcohólicas, dejando, al término, las instalaciones sucias y repletas de desperdicios, y armando un ruido que hace imposible conciliar el sueño durante gran parte de la madrugada.
“Hemos acudido a todos los políticos, desde el alcalde (José María González, Kichi) a Juancho (Ortiz, presidente del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento)”, pero no han obtenido respuesta alguna.
Por ello, la dirección de la asociación de vecinos decidió colgar unas pancartas en la fachada de su local denunciando, por un lado, el abandono del parque y, por otro, advirtiendo que la plaza es “usada por perros (el tercer problema que indican que, aunque pueda parecerlo, no es menor por una cuestión de salud pública), botellones y personas sin techo”, por lo que recomendaban al visitan “seguridad, vigile a sus niños”.
Al día siguiente, descubrieron, sorprendidos y horrorizados, que las pancartas estaban hechas trizas y que, en la fachada, había pintadas amenazantes: “No discriminéis”, “Próximo cartel y el edificio arde”, “Si cuelgas otro, voy a volver”, se podía leer.
De inmediato, taparon con pintura los mensajes ofensivos y acudieron a las comisarías de la Policía Nacional y la Policía Local para cursar denuncias ante una situación que consideran muy desagradable y ha envalentonado a algunos vecinos. “El Ayuntamiento debe actuar” de inmediato, reclaman, porque “cualquier día vamos nos tememos que vayamos a tener un disgusto”.
La Federación de asociaciones de vecinos de Cádiz 5 de Abril' y todas las entidades federadas remitieron a los medios de comunicación una nota de prensa en la que mostraban su máxima preocupación y condenaban rotundamente el suceso. “Si atacan a una asociación están atacando a todo el tejido asociativo de Cádiz, sea federado o no, sea vecinal o no. No podemos permitir que un hecho así vuelva a ocurrir. Confiamos en que las pruebas recabadas y las investigaciones que se lleven a cabo determinen el origen de estas amenazas y todo el peso de la ley caiga sobre la persona o personas causantes “, añadieron.
Por el momento no hay reacción. Flor plantea que su colectivo se encargue de cerrar el parque a última hora de la tarde y de abrirlo por la mañana, como se hacía hace una década. “Queremos recuperar la plaza”, concluye.
