Campo de Gibraltar

?Hemos sido estafados por quien nos alquiló la casa?

Estefanía y Francisco estaban alquilados en una de las viviendas de Majadillas Bajas

Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
  • En un garaje tuvieron que guardar todos sus muebles y enseres, sin tiempo para preparar la mudanza. -
  • El Ayuntamiento les ha buscado un lugar donde hospedarse y un piso para tres meses
  • La joven pareja, que tiene dos niños pequeños, guarda sus enseres en un garaje
Después de la tormenta viene la calma. Eso es lo que deben pensar en el seno de la familia de Cristóbal Pérez, uno de los propietarios y miembro de la empresa promotora de las 10 casas que en la jornada del lunes fueron derribadas en la zona conocida como Majadillas Bajas de Chiclana. Pero esta es un historia paralela, una historia que protagonizan una joven pareja que convivía en una de las malogradas casas en régimen de alquiler.

Después de trasladarse desde Puerto Real donde tenían un piso que tuvieron que vender, por culpa del paro y la crisis, Estefanía Lainez y Francisco García encontraron una casa de alquiler, donde vivían con sus dos hijos. Un niño de Estefanía, fruto de una relación anterior, y una pequeña de dieciocho meses de ambos. “Al niño lo he llevado con su padre, porque no quiero que vea esto”, decía desconsolada la inquilina, mientras contaba su historia para este medio. Francisco, por su parte, esgrimía que “la niña es pequeña pero siente todo”.

Según la pareja, a las diez de la noche del jueves, Cristóbal Pérez convocó una reunión de vecinos urgente “y nos dijo que mañana (por el viernes) nos tiraban la casa a primera hora”. Sin tiempo para nada más y “gracias a que les faltaba un papel y no tiraron la casa el viernes”-decía Estefanía- se fueron a buscar un lugar para guardar los muebles, ropa y enseres de la casa y comenzar “a dar viajes hasta las dos de la madrugada”, apostillaba Francisco, en una entrevista exclusiva a este medio.

Derribo
Ya el lunes, la joven pareja estuvo presente en el derribo defendiendo al promotor “porque yo creía lo que decía”. Lo que no sabía Estefanía ni Francisco es que las casas tenían una orden desde 2007 porque “nosotros hemos sido estafados por él”. “Cristóbal nos dijo que supo lo de la orden el jueves y era mentira lo sabía desde hace dos años”, según contaba la joven con lágrimas en los ojos. Además, prosigue “antes de que yo me fuera entró en mi casa y quitó todos los saneamientos, marcos de las puertas y grifos”.

En poco tiempo los servicios sociales del Ayuntamiento chiclanero les han buscado un lugar temporal para estos días, un hostal donde “no puedo meter nada porque es una habitación muy pequeña”. También, desde Emsisa se le ha buscado unos pisos donde quedarse durante unos tres meses. El problema con el que se encuentran es que “el piso está sin amueblar y no tiene luz, ni cocina”. Los jóvenes mostraron su gratitud con el consistorio por el esfuerzo “pero no sabemos qué vamos a hacer después”.

Francisco, electricista de profesión, está parado actualmente y cobra la ayuda familiar por ello pide “un trabajo de lo que sea, para dar de comer a mis niños y poder pagar la casa”. Ahora mismo, no sólo tienen que hacer frente a los gastos de alimentación de su hija, ellos están comiendo “gracias a la caridad del propietario del Bar Joscor”, sino también al alquiler del garaje donde tienen su casa.
 
Ambos se lamentaban cuando abrían la puerta del garaje y sólo veían un amasijo de muebles desordenados y bolsas de basura sin saber qué contienen cada una. “Cómo busco yo ahora los juguetes de mis niños para los reyes”. Se quejan de que “no nos dio tiempo a hacer una mudanza en condiciones y tenemos todos los muebles arañados y los tornillos de las camas perdidos”. Y todo en vísperas de Nochebuena.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN