Escribió Voltaire: “Yo, como don Quijote, me invento pasiones para ejercitarme”. Luis Antonio de Villena (Madrid, 1951) tiene la pasión de escribir. Es “un letraherido”, que diría Francisco Umbral. Poeta, novelista, biógrafo, ensayista, crítico de libros y de arte, traductor. Incluso autor de una brillante y amarga obra teatral, ‘El amante crepuscular’, publicada a finales de los 90, que recrea la última conversación entre Oscar Wilde y su amante, Lord Alfred Douglas, en un café parisino. Villena iluminó a Oscar Wilde con algunas biografías inolvidables, se miró en su espejo, pero literariamente el suyo es también un proustiano mundo de Guermantes, que principia la noche en el Café Gijón hacia una búsqueda permanente de la belleza en la vida y en el arte.
‘Cinco cuentos extraños’, libro recién publicado por Renacimiento, es una joya. Una joya delicada, exquisita y entretenida. Sublime sin interrupción. Un texto para beberlo de un sorbo, como se beben la madrugada algunos de sus personajes, porque, por su brevedad, lo mejor consiste en el rasguño dulce que deja a su paso por el paladar como las mejores copas generosas en grados de alcohol. Explica Villena en el Epílogo: “Son relatos que, como siempre, unen literatura y vida, bastante ficción, pero un muy claro fondo real. Todos tienen como protagonista a un escritor o pintor muy o bastante conocido”.
Es un libro de prosa caudalosa y brava, de descripciones luminosas, la palabra inesperada y refulgente, casi siempre al servicio de la atmósfera. ‘Apagad el gas antes de iros’, tal vez el mejor relato, escrito en 1990, recrea las noches interminables en las vidas encendidas en constante búsqueda de la aventura durante los divertidos y sórdidos años de la movida madrileña, con el desaparecido ‘Drugstore’ como punto de encuentro, y un escritor que no escribe y dilapida el dinero de su madre como protagonista. ‘Secretos benévolos de una triunfadora’ es una sátira, un cuento lleno de envidias, amor y desamor, en torno a la protagonista, Pepa Lujo, una triunfadora que escribe libros cursis. Las pinceladas descriptivas del personaje recuerdan a un en otro tiempo famoso dramaturgo y poeta que desde hace años languidece. Se trata, en definitiva, de cinco cuentos que, como indica Villena, “hablan, aluden, recrean, un mundo literario o intelectual que fue –creo que ya no es- cautivador y poderosamente real”. Un mundo, sí, que ya se ha diluido en la noche de sus protagonistas.
