Cádiz

¡¡¡El Cádiz es de Primera!!!

La victoria ante el Alavés con gol de Choco Lozano y el empate del Granada certifican la permanencia

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Jugadores del Cádiz festejan el gol de Choco Lozano ante el Alavés que valió la permanencia.

Julio Velázquez, entrenador del Alavés.

El cadista Idrissi.

El cadista Fali.

El cadista Iza Carcelén.

El cadista Sergio González.

Los cdistas Pacha y Lucas Pérez.

El cadista Luis Hernández.

El cadista Iza Carcelén.

El cadista Rubén Sobrino.

El cadista Pacha Espino.

La afición cadista en Mendizorroza.

El Cádiz, con un gol de Choco Lozano y un poco de suerte, es de PRIMERA DIVISIÓN. Los amarillos sufrieron muchísimo, pero lo consiguieron y desataron la locura de los cadistas, que hoy soñarán bonito tras una temporada de sufrimiento y, por qué no decirlo, fallos arbitrales clamorosos. 

Era partido a vida o muerte y los cadistas tuvieron que, además de sufrir con su equipo, estar pendiente al Granada - Espanyol y al Osasuna - Mallorca. Y es que el conjunto nazarí o el bermellón tenían que dejar puntos por el camino para que el milagro se pudiese obrar y el Cádiz continuara en Primera División. Finalmente, el Granada fue el que empató 0-0 y es el que desciende. 

Sergio González optó por el once más inteligente, con un 4-4-2 que partía con Conan Ledesma en portería y en defensa Iza, Fali, Luis Hernández y Pacha. Otra línea de cuatro más adelantada formada por Idrissi, Rubén Alcaraz, Álex y Sobrino. Finalmente, como hombres de referencia, Negredo y Lucas Pérez.

En los primeros compases del partido quedó claro que el Alavés, pese a estar ya descendido, no iba a regalar nada. El Cádiz se jugaba la vida y por eso tenía que ser el más arriesgara. Durante los primeros 20 minutos el partido no ofreció mucha acción. Algunos tímidos acercamientos en ambas áreas, pero sin peligro.

El primero que apostó por el gol fue el conjunto local. Un fuerte y lejano disparo de Loum hizo que Conan tuviera que saltar y sacar una buena mano para despejar el esférico. Esa ocasión pareció reactivar al Alavés, que luego tuvo un disparo de falta tras señalar el colegiado una falta que no existió. Jason la envió fuera del campo.

Los amarillos necesitaron 36 minutos para generar peligro de verdad. Idrissi tuvo muy cerca el gol con un remate al segundo palo, pero el balón lo despejó el portero. En el saque de esquina no fueron capaces ya de poner en apuros al equipo vasco.

En la recta final de la primera parte estuvo igual de cerca el gol del Alavés que el del Cádiz, pero no llegó en ninguna de las dos porterías y el partido llegó al descanso con el 0-0 en el marcador. Mismo resultado que continuaba reinando tanto en El Sadar como en Los Cármenes.

Saltó el Cádiz al campo sin cambios para la segunda parte. Eso sí, salió más enchufado que en la primera parte, aunque la puntería no estaba siendo su fuerte. Idrissi volvió a tener otra ocasión seis minutos después de que arrancara este segundo tiempo.

Ahora los de Sergio González sí presionaban. Poco después Lucas Pérez, desde la frontal, envió el balón fuera por muy poco. Julio Velázquez fue el primero en realizar cambios y, bajo la sorpresa de todos, dio entrada al chiclanero y excadista Manu Vallejo. Poco a poco el Alavés volvía a crecerse y presionaba a unos cadistas que cada vez estaban más atenazados. Pero no podían bajas los brazos, su afición, con Iván Alejo entre ellos, no lo hacía y ellos tenían que estar a la altura.

El minuto 67 pudo ser clave con un disparo escorado de Idrissi que no se sabe aún cómo no entró. En el minuto 76 se desató la locura en Cádiz. Choco Lozano puso el 0-1 en el marcador tras un centro lateral de Iza. Y dos minutos después marcó el segundo, pero fue anulado por fuera de juego.

Pero la salud cardiovascular de los cadistas seguía en peligro. Y es que el colegiado revisó una posible mano a favor del Alavés, pero tras un par de minutos, que fueron una eternidad para los cadistas, el árbitro determinó que no había nada. 

El tiempo de añadido, cinco minutos, también fueron una eternidad para los amarillos, que seguían pendientes del partido del Granada mientras los creyentes rezaban y los ateos también, por si acaso. 

Y así llego el pitido final en Mendizorroza que, junto al 0-0 en Los Cármenes dejaban al Cádiz donde se merece, en PRIMERA DIVISIÓN.

 

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