Arcos

La familia rociera de Arcos ya está en casa tras una semana de emociones y reencuentros

La hermandad ha vivido con alegría esta edición tras los dos años de COVID

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Llegada de la hermandad a Arcos.

Llegada de la hermandad a Arcos.Aún en el Rocío.

Llegada de la hermandad a Arcos.

Llegada de la hermandad a Arcos.

Aún en el Rocío.

Aún en el Rocío.

La hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Arcos ya está felizmente de regreso en la ciudad tras una intensa semana llena de emociones propiciadas por el reencuentro no sólo con la Virgen, sino con amigos y rocieros en general tras los dos años en que la Romería de Pentecostés ha quedado suspendida por la crisis sanitaria de la COVID. Pero también  ha sido una semana de incidentes como ya se sabe; en primer lugar por la cancelación de la procesión de la Virgen tras  la rotura que sufrió su paso por los efectos de la avalancha humana que se precipitó sobre la imagen con el deseo de alcanzarla. En el caso de la hermandad arcense, también sufriría durante su camino de ida la rotura del eje de la carreta del Simpecado, pero afortunamente la pericia de un hermano, y las correspondientes herramientas y materiales, hizo que los rocieros pudieran seguir su camino destino a la ermita de Almonte.

La estancia de los arcenses en el Rocío se ha caracterizado un año más, no obstante, por la asistencia a actos litúrgicos con misa pontifical incluida, la presentación del Simpecado, convivencias, paseo de jinetes, cánticos y todo lo que suele rodear al festivo acontecimiento.

Ya el pasado miércoles la hermandad emprendía su paso por el río Guadalquivir desde la playa de Malandar a Bajo de Guía en Sanlúcar. Tras los primeros embarques, la primera filial en abandonar el Parque Natural de Doñana fue la compuesta por Puerto Real, Rota, San Fernando, Chipiona, Sanlúcar y Arcos, lo que supuso la comitiva romera más numerosa de la jornada, según señalan fuentes del Gobierno andaluz que ha velado por la seguridad a través del Plan Romero. Estos despliegues tienen por objeto prevenir riesgos y anticipar la respuesta en emergencias tanto durante la romería como en la peregrinación, de los caminos de ida y de vuelta.

Ya de regreso, debido a las obras en el centro urbano de la ciudad, la hermandad hizo su entrada por la carretera de Jerez hasta la explanada frente al bar Beleño, desde donde tomó, calle Molino abajo, hacia la parroquia de San Francisco para dar gracia a Dios por tan hermosa semana.

 

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