Así lo puso de manifiesto el jefe del Ejecutivo tras reunirse en el Palacio de la Moncloa con el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, que pidió a los aliados y socios que cubran las “lagunas” que todavía existen en materia de formación y entrenamiento de las fuerzas de seguridad afganas.
Zapatero y Rasmussen coincidieron en que la formación del ejército y policía afganos es la “clave” y “palanca fundamental” para cumplir el objetivo de la misión: traspasar a las autoridades afganas la responsabilidad de la seguridad del país y proporcionar los instrumentos para el autogobierno.
En este sentido, Zapatero recordó que España ha duplicado sus efectivos y que actualmente están desplegados 26 guardias civiles y que se cumplirá el compromiso adquirido de enviar hasta un total de 40.
“A día de hoy no hay ninguna decisión de incrementar el número de guardias civiles en Afganistán”, resaltó Zapatero, después de señalar que España “siempre” tendrá en cuenta las “sugerencias” de la OTAN y del jefe de las fuerzas internacionales, el general estadounidense David Petraeus, que ha pedido 2.000 soldados más para tareas de formación.
Durante su comparecencia ante los medios, junto con Rasmussen, el jefe del Gobierno español destacó que es un “momento fundamental” en Afganistán para que se convierta en un país distinto y seguro y se garantice un futuro viable.
Tras recordar a los dos guardias civiles y el traductor asesinados el pasado 25 de agosto en Qala i Naw y a los 92 fallecidos desde que comenzó la misión, Zapatero reafirmó el “compromiso firme” del Gobierno, en el marco de Naciones Unidas y de la OTAN. Subrayó que el apoyo se mantendrá.
