En la década de los 80, James Cameron, el renombrado director de cine, nos introdujo al concepto de Skynet a través de su icónica saga 'Terminator'. En esencia, Cameron utilizó este concepto para dar vida a una de las franquicias más emblemáticas de la historia del cine, que planteaba hace 40 años el riesgo de una red de inteligencia artificial altamente avanzada y autoconsciente que se convertiría en una amenaza existencial para la humanidad.
El concepto de Skynet es un claro ejemplo de cómo la ciencia ficción ha explorado las potencialmente catastróficas consecuencias de una inteligencia artificial sin control y el peligro de su crecimiento descontrolado. Sin embargo, no debemos entrar en pánico, ya que aún no hemos alcanzado ese escenario apocalíptico, aunque es innegable que estamos avanzando en una dirección.
De hecho, un equipo de investigadores liderado por Brenden Lake y Marco Baroni, de las universidades de Nueva York y Pompeu Fabra, está revolucionando el campo de la Inteligencia Artificial (IA) al demostrar que sus redes neuronales pueden igualar e incluso superar la capacidad de generalización humana.
Un Paradigma que se Rompe
Durante las últimas tres décadas, se ha sostenido firmemente que las redes neuronales artificiales nunca podrían competir con la mente humana en términos de generalización. Sin embargo, este equipo de científicos ha desafiado esta creencia y ha presentado pruebas sólidas de que la IA que han desarrollado puede igualar e incluso superar a la mente humana en términos de generalización sistemática.
Pero, ¿qué significa exactamente la "generalización sistemática"? En pocas palabras, se refiere a la capacidad de aprender nuevos conceptos y combinarlos con otros ya existentes, una habilidad que los humanos realizan con facilidad. Es como aprender a caminar: aunque en esencia siempre caminamos hacia adelante, la variación en esa habilidad es lo que llamamos generalización sistemática. No nos limitamos a caminar hacia adelante; exploramos, consideramos otras opciones y eventualmente caminamos hacia atrás o hacia los lados. La gran incógnita era si las máquinas podrían emular este comportamiento.
Lake y Baroni, a través de su técnica llamada "Meta-learning for Compositionality (MLC)," no solo han demostrado que la IA puede igualar el rendimiento humano, sino que en algunos casos, incluso superarlo.
Lo que hace que MLC sea revolucionario es su enfoque explícito en el desarrollo de habilidades de generalización. Este enfoque permite que los sistemas desbloqueen nuevas capacidades y desafíen las expectativas. Según Brenden Lake, profesor adjunto del Centro de Ciencia de Datos y del Departamento de Psicología de la Universidad de Nueva York, "Hemos demostrado, por primera vez, que una red neuronal genérica puede imitar o superar la generalización sistemática humana en una comparación cara a cara".
Los investigadores han diseñado un novedoso sistema de aprendizaje en el que una red neuronal se actualiza constantemente para mejorar sus habilidades, aprendiendo de una palabra o acción las diferentes variables que puede ofrecer.
La verdadera sorpresa llega cuando se compara el rendimiento de MLC con el de varias personas y se descubre que, en algunos casos, la IA supera el comportamiento humano. Incluso supera al famoso ChatGPT, a pesar de las "sorprendentes capacidades" de este último. El horizonte de la inteligencia artificial se amplía, desafiando nuestras propias expectativas y acercándonos un paso más a ese futuro en el que la ciencia ficción se convierte en realidad.
Las bondades de la IA son numerosas, pero no es menos cierto que su potencial es prácticamente infinito, al igual que sus capacidades. Se trata de una nueva fórmula tecnológica que ya está teniendo un impacto significativo en las economías y que desempeñará un papel fundamental en la transformación de las sociedades en los próximos años.