Las empresas españolas de desarrollo de videojuegos tuvieron en 2020 una facturación estimada de 1.105 millones de euros, un 20% más que el año anterior, y es Cataluña la que se consolida como el «motor» del videojuego español, ya que concentró el 50% de la facturación.
Así se desprende de la octava edición del Libro Blanco del Desarrollo Español de Videojuegos 2021 que se ha presentado hoy en la sede del ICEX con la presencia de Víctor Francos, secretario General de Cultura y Deporte, así como Roberto Sánchez, secretario de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, entre otros.
Durante el acto, Francos ha afirmado que «muy pocos sectores» crecen al ritmo que lo hace éste, por lo que «hace falta hacer una reflexión entorno a la dimensión de lo que son las empresas del videojuego y dimensionarlas mejor para que sean más competitivas». «Son un excelente ejemplo de lo que la cultura tiene que aportar al sector cultural español», ha apuntado.
Con estos datos, la industria española del videojuego se «permite ser optimista» ya que, a juzgar por los datos 2021 fue un «intenso» con títulos de relevancia internacional como el nuevo «Metroid» desarrollado por Mercury Steam y anuncios de importantes inversiones y excelentes resultados económicos como los del estudio sevillano de juegos para móviles «Axes in Motion», que repartió nueve millones de euros en dividendos entre 2020 y 2021.
Además, según el estudio, fue el año en que se produjo la implantación de empresas internacionales en España, sobre todo en Barcelona, ciudad en la que se han implantado las nuevas sedes de IO Interactive, Larian Studios, Alkimia Interactive (THQ Nordic) o Tripledot Studios.
En concreto, el tejido empresarial se fortaleció en España en 2021 con un 15% más de estudios activos y el desembarco de grandes estudios internacionales.
Según han añadido desde la patronal de las empresas desarrolladoras de videojuegos de España (DEV ) -encargada de la realización del informe- la mitad de estas empresas se concentra en Cataluña (27%) y Madrid (24%), seguidas por Andalucía (14,7%) y la Comunidad Valenciana (9,7%).
Y es Cataluña la que sigue consolidándose como el «motor» del videojuego español, ya que solo en esta región se concentra el 50% de la facturación y casi la mitad de los trabajadores (49%), seguida de lejos por la Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana y Andalucía.
Pero, pese al crecimiento experimentado en facturación y empleo, el videojuego español cuenta aún con un gran número pequeños estudios cuyos ingresos no superan los 200.000 euros anuales (el 63%); y los estudios que ingresan más de 10 millones de euros al año son el 4% del total, aunque su volumen de negocio conjunto representa el 64% de todo el sector.
Asimismo, el 72% de los ingresos de la industria productora de videojuegos española proviene de mercados internacionales: Europa continúa siendo el principal mercado (53%), aunque no hay que desdeñar el peso que tiene nuestro videojuego en Norteamérica, que representa de media el 31% de los ingresos.
Respecto a sus trabajadores, esta industria crea «empleo cualificado» ya que el 97% de los trabajadores de los estudios cuenta con algún tipo de educación superior. Además, el sector también promueve el empleo joven. Más de la mitad de sus trabajadores (un 52%) tienen menos de 30 años, mientras que solo un 5% supera los 45 años.
Por perfiles, programación (21%) es el departamento más numeroso de los estudios españoles, seguido por arte (15%). Les siguen de lejos los profesionales de diseño (7%), animadores (7%), producción (6%), QA (5%), gestión y administración de empresa (5%), desarrollo de negocio (4%) y marketing y distribución (4%).
RETOS
Uno de los principales retos que marca el Libro Blanco del Videojuego es «mejorar la inversión en capital y encontrar financiación para el desarrollo de los proyectos» ya que uno de los problemas «más frecuentes» al que se enfrentan los estudios es el de obtención de capital y financiación.
Otro de los retos que han detectado los estudios es la «necesidad de visibilidad y marketing» de los proyectos para garantizar el éxito en las ventas de los videojuegos españoles.
Así, la DEV, en palabras de su presidenta Valeria Castro, solicita al Gobierno y a las comunidades autónomas la adopción medidas como establecer un incentivo fiscal a la producción de videojuegos igual al que recibe la industria audiovisual.
«Estamos creciendo sin ayuda de nadie, casi de manera orgánica», ha afirmado.
Por último, también han propuesto crear ayudas dirigidas a los nuevos desarrolladores para estudios de todos los tamaños; fomentar la incorporación laboral de profesionales jóvenes, con especial atención a la mujer, ya que el empleo femenino solo supone en España el 23% de la producción de videojuegos.