La venta de videojuegos de acción en España ha caído un 9% desde 2019, según los datos analizados por LCI Barcelona. Según destacan los expertos, en este cambio de tendencia influyen tanto el cambio en los gustos de los propios usuarios como las innovaciones en el diseño de videojuegos. A diferencia de los de acción, los juegos conocidos como de rol han experimentado un gran crecimiento pasando del 13% en 2019 a más del 20% en la actualidad.
La disminución en la compra de videojuegos de acción, además, coincide con la polémica social sobre la idoneidad de su consumo por parte de los más jóvenes. Mientras esta categoría a pasado de ser la principal con más del 30% de las ventas, en los últimos informes está en torno al 25% y con su liderazgo en ventas claramente amenazado. Como confirma el análisis de LCI Barcelona en base a los datos de AEVI de los últimos años, los juegos de deporte también crecen ligeramente junto a los de rol.
El ranking actual está encabezado todavía por los juegos de acción con casi 1.800.000 unidades de las poco más de 7 millones vendidas. Los juegos de rol, que escalan hasta la segunda posición, rondan el millón y medio. Los de deporte siguen terceros con más de un millón y los de aventuras siguen siendo la cuarta opción, en su caso por debajo de las 750.000 unidades.
“Desde 2019 han cambiado los gustos y tendencias en el mundo del videojuego. Pero también han llegado nuevas tecnologías que están permitiendo potenciar este sector, especialmente en videojuegos de determinadas categorías”, explica David Carretero, profesor y experto en diseño de videojuegos en LCI Barcelona.
En los últimos datos analizados por la escuela según el histórico de AEVI, en 2019 se vendieron casi 8,5 millones de unidades, millón y medio aproximadamente más que en el último balance de ventas. Por aquel entonces los videojuegos de acción representaban más del 30%, los de deporte eran la segunda opción con el 14% y los de rol y aventuras se mantenían igualados con ambos el 13%. Una situación muy diferente a la actual.
“Los gráficos son mejores, pero también la libertad que se da al usuario a la hora de jugar a los videojuegos de rol”, indica Carretero. “El desarrollo es tan personalizado que el jugador siente cómo va creando la historia, tomando sus propias decisiones y viviendo una experiencia muy realista”, subraya el profesor.
Las nuevas tecnologías cambiarán tendencias
Esta tendencia, según explica, puede ir a más. En primer lugar hay que tener en cuenta que los gráficos seguirán mejorando en los próximos tiempos, por lo que las experiencias serán mucho más realistas. Además, las opciones de cada videojuego para los usuarios también irán a más, abriendo notablemente las historias y convirtiendo al jugador en un actor clave en el desarrollo de las tramas.
Sin embargo, también hay que tener en cuenta la llegada de la tecnología. Y concretamente de entornos como el Metaverso y, entre medias, la incorporación y normalización de gafas de VR. Los gigantes tecnológicos, como advierte Carretero, ya se están volcando en el desarrollo de nuevas ediciones y se espera que sean una de las claves de los videojuegos del futuro más cercano.
“Google y Meta ya están apostando de manera clara por ellas. Primero deben empezar a bajar su precio y, dejando de ser tan exclusivas, se popularizarán entre los usuarios. Una vez estén asentadas, la inmersión que van a permitir en los videojuegos harán que sean experiencias muy diferentes a las actuales”. Según Carretero, esto empujará al sector a seguir mejorando: “Los usuarios van a tener juegos más realistas, por lo que los desarrolladores debemos implicarnos más para cumplir con las expectativas y aprovechar todos los recursos”.
Según datos de la Asociación Española del Videojuego, en 2022 el sector facturó más de 2.000 millones de euros. En 2018, la facturación fue de cerca de 1.500 millones de euros según los mismos datos. El crecimiento del sector es imparable y los desarrollos tecnológicos, como advierten los especialistas, llevarán a reforzar las ventas.
