En una comparecencia pública tras visitar el pantano de Itoiz, Rajoy ha dicho que si la Comisión Europea "le sugiere algo, que lo haga". "Eso sí debo recomendárselo, es mi obligación hacerlo y de puro sentido común", ha enfatizado, para añadir que "no conduce a nada arremeter contra los mercados", la oposición y contra "todo el mundo".
Aunque ha asegurado que no quería contribuir a "echar más leña al fuego", el líder de la oposición ha recalcado que el "principal factor de desconfianza en la economía española se llama José Luis Rodríguez Zapatero" y ha añadido que si no quiere disolver y convocar elecciones lo que tiene que hacer es "gobernar".
Según Mariano Rajoy, "la obligación del Gobierno es gobernar, tomar decisiones, ser claro y tener determinación", unos valores que en su opinión, "nadie ve en el Gobierno de España que hoy genera desconfianza y mucha, tanto dentro como fuera del país".
Por ello, y aunque ha recalcado que no confía en el Gobierno de Rodríguez Zapatero, ha insistido en que el Ejecutivo central debe tomar decisiones y "llevarlas a las Cortes", ya que, según ha manifestado, el PP "está dispuesto a considerarlas" como hizo en su día con las propuestas de reestructuración del sector financiero.
NO ARREMETER CONTRA TODO EL MUNDO
Respecto a las declaraciones realizadas por el presidente del Gobierno central en las que tildaba de "lamentables y vergonzosas" las palabras de González Pons, Mariano Rajoy se ha remitido "a las declaraciones de Almunia" y se ha negado a añadir "nada más" sobre este asunto, "salvo que no se van a arreglar los problemas de España porque Rodríguez Zapatero arremeta contra todo el mundo".
"Zapatero no va a arreglar nada arremetiendo contra todo el mundo, lo que tiene que hacer es gobernar, tomar decisiones y si no tiene ideas, dejarle al pueblo español que opine porque nos está poniendo en una situación muy difícil", ha insistido Rajoy, quien ha asegurado que "no va a entrar en polémicas" con Rodríguez Zapatero cuando el propio Almunia "le ha pedido que despeje las dudas" sobre España.
Al ser preguntado si las palabras de González Pons pueden afectar negativamente a la confianza de los ciudadanos y los mercados, el líder del PP ha incidido en que "el principal factor de desconfianza en la economía española es Rodríguez Zapatero".
"Lo digo como lo siento, es así, cuando hay una política de vaivenes, cuando no hay criterio y se está instalado en la improvisación permanente pues al final se genera una enorme desconfianza", ha agregado el líder del PP, quien ha hecho hincapié en la idea de que "no hay desconfianza en España, sino en su Gobierno, que se ha ganado la desconfianza a pulso".
REUNIÓN DE LOS EMPRESARIOS CON EL GOBIERNO
En este contexto, el presidente del PP se ha referido a la reunión que va a celebrar este sábado el Gobierno central con los empresarios españoles y ha asegurado que "el principal" problema de estos empresarios es que "no son castigados por su gestión, sino por lo que hace el Ejecutivo de España".
"Estas empresas cuando van fuera a pedir financiación no les preguntan por el estado de su empresa, sino por el estado de su país y su Gobierno. Eso lo saben todos y es el problema más importante que tenemos en España", ha defendido el líder de la oposición, quien ha destacado que no ha sido invitado a este encuentro, aunque conoce "muy bien" las preocupaciones de los empresarios.
Así, Mariano Rajoy ha afirmado que "está muy bien que la gente se reúna", aunque ha defendido que en España "el tiempo de las reuniones y los reproches se han terminado" después de que el Gobierno socialista "lleve mucho tiempo perdiendo el tiempo".
RESCATE DE IRLANDA
Finalmente, preguntado por si cree que España, al igual que Irlanda, tendrá que ser rescatada, el líder de la oposición ha confiado en que "no se plantee nunca" esta opción, ya que, en su opinión, España "es un país con fundamentos, que tiene unas empresas importantísimas a nivel mundial y que cuenta con un tejido empresarial de primer orden".
"España es una gran nación, tiene fundamentos y tiene cimientos", ha aseverado Rajoy, quien ha incidido en que el "problema" de España es que "se ha hecho una política económica disparatada, que ha hecho que al final nos esté sucediendo esto".
En todo caso, el presidente del PP ha asegurado que confía en España "como no podía ser de otra manera" y ha recalcado que "si en las Cortes se presenta un plan para cuatro años como se ha hecho en otros países anunciando una serie de reformas y diciendo qué es lo que va a pasar, volvería la confianza y la seguridad".
