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Javier Ojeda lo tiene claro: “No entiendo la música sin tocar en directo"

El artista hace repaso desde su pasado musical en Danza Invisible, a la gira de despedida de la banda y al presente de sus nuevas propuestas con sus dos hijos

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  • Ojeda (d) en los estudios de 7TV Malaga. -

Javier Ojeda es presente de la música en Málaga, pero también es historia contemporánea del pop y el rock español de, ahí es nada, con más de cuatro décadas. ¿Cuál es el secreto? Es una de las muchas cuestiones interesantes que nos devela en esta entrevista.

La música, por supuesto que es un oficio, pero es una pasión y una vocación, yo estoy seguro que hasta cuando ya no pueda tocar en directo por lo que sea, seguiré  cantando

Usted es historia que sigue viva:

La verdad es que sí. Quién me iba a decir a mí que cuando me metí a cantar que esto iba a durar más de cuatro décadas, y lo que me queda, creo. Una maravilla, me considero un afortunado porque esto empieza como un sueño adolescente, y de pronto, ves que dices, algo bueno he debido hacer porque todavía sigo viviendo de esto.

Dicen, que en esto de la música, más difícil que llegar y triunfar, es mantenerse, ¿qué supone entonces estar más de 40 años de carrera y prácticamente sin interrupción? ¿Cuál es la fórmula, porque no ha parado?

No, no he parado. Yo sobre todo, lo que tengo es mucha constancia como persona, en general y gracias a dios los primeros bofetones que me he pegado en cuanto a fracasos discográficos, por ejemplo, me han venido muy bien, incluso me acuerdo que en la primera época de Danza Invisible creíamos que íbamos a comernos el mundo, cuando sacamos nuestro primer álbum allá por 1983 y eso no tuvo ningún éxito, me acuerdo que incluso publicó otro disco así como ¡agh!, nos dio la carta de libertad como diciendo “¡uy!, esto no funciona”, y sin embargo ese hostión nos vino muy bien para reconsiderar el repertorio que teníamos que hacer, movernos en otras direcciones y afortunadamente, después, a carrera fue para arriba y cuando tuvimos realmente éxito, gracias a Dios, ya habíamos tenido la experiencia de haber sufrido esas decepciones, y luego, por supuesto, a ver, con el cambio de siglo, te haces más mayor y nos hemos pegado alguna hostia que otra.

Pero bueno, eso es también fruto de la inquietud de querer desarrollarse.

Yo creo que es imposible que un artista esté de plana actualidad toda tu vida, incluso alguno de los artistas más importantes de este país, se me viene a la mente por ejemplo Joan Manuel Serrat, a lo mejor yo sería incapaz de tatarear canciones de sus dos últimos discos, que por otro lado, seguramente están estupendamente, pero es normal, la gente también pierde, le gusta mucho un artista pero es imposible que controle toda su discografía y más cuando estamos hablando a lo mejor ya de más de 20 álbumes.

Hoy contamos con usted, bueno porque siempre apetece, pero además, porque se publicó el 16 de febrero el EP “Viento de poniente”. 

Son tres temas, que ahora eso se lleva mucho, las colecciones cortas de canciones.

También se llevaban los epés en los años 80

Sí, había los maxis, de hecho el debut discográfico de Danza Invisible se llama Sueños y es un maxi de cuatro canciones, también existían los mini elepés. Ahora se ha vuelto un  poco a la fórmula de  los cincuenta (del siglo pasado) donde la gente  publicaba singles y cuando habías hecho ocho sencillos, se hacía una colección y se metían otras dos.

Entonces, en los 80 se hacían aquellas versiones extendidas y del productor…

Se llevaban mucho las versiones maxi, ahora no ahora es el remix,q ue es otra historia.

Y ya he leído por ahí que se van llevando las canciones  más breves de dos minutos o un minuto y medio, que están a la orden del día por lo visto, por las plataformas.

Efectivamente, pero a mí, sinceramente, eso me parece una aberración. Creo que la canción tiene que durar lo que tiene que durar, y si un artista quiere en un momento dado hacer una introducción larga, pensada para darle realce a la canción, ¿ya no puede? Es una idiotez, una de mis canciones más conocidas con Danza Invisible es Sin Aliento y ceo que el estribillo no llega hasta el minuto y medio, y no deja de ser un himno, y en Latinoamérica y todo… En este caso, en el epé que he publicado si son temas breves, pero son temas breves, pero porque han surgió así, creo que Viento de Poniente dura tres minutos y ocho, Voluntarios, que es una canción para Cruz Roja Málaga, es la más larga, creo que está en cuatro minutos cinco, y la tercera, Volveré, creo que es como de tres minutos y medio por ahí.

Tres canciones con contenido social, y con apoyo a Cruz Roja, otra que surgió en el terremoto de Lorca

Volveré surgió en el terremoto de Lorca, no es una novedad, se publicó en 2011 o 2012 tuvo bastante repercusión el vídeo que le hicieron lo que pasa es que por los motivos que sea, esa canción nunca se había publicado oficialmente, no estaba en las plataformas musicales y creo que este era un momento idóneo para acompañar a estas otras dos canciones, que por supuesto tienen ambas un componente humanitario.  

Viento de Poniente, lanzada también con su videoclip, y que cuenta con la colaboración de sus dos hijos, Jassy Ojeda y Javier Ojeda Payá. Esto de contar con la familia, ¿cómo se lleva?

(Ríe) Bueno, ha sido precioso, emocionante, y además, lo estoy diciendo mucho, que yo realmente, tiendo a meditar mucho mis lanzamientos, a pensarlos y ahora mismo  he llegado y digo: “bueno, he publicado dos discos recientes en directo”, este año que es el de la despedida de Danza Invisible, lo suyo, lo mejor es que no publique nada hasta 2025 y tal, lo que pasa es que todo ha venido como por arte de magia, esa canción me parece que la terminé como a finales de agosto o comienzo de septiembre del año pasado, una visita a casa de mi hijo Jassy que me dijo “papá, déjame esta canción que me encanta, esta que has hecho, porque él ha publicado ya algunas cvanciones en solitario, y la quería para su propio álbum, li dije que sí, al cabo del mes me dijo que si quería cantarla con él y le dije “¡por Dios, cómo no voy a querer cantarla contigo!” y en una comida familiar que hablábamos precisamente de lso viajes de los subsaharianos en cayuco, surgió también al posibilidad de que mi hijo mayor, que viniese , porque pensé que iba a quedar muy bien padre e hijos interpretando una canción que se canta en primera persona del plural, con un mensaje al mismo tiempo tan bonito; total, que hemos dicho ¡puf! Entre esto y que la gente de Cruz Roja Málaga me pedía que por favor publicase Voluntarios, la segunda canción del álbum que hice para su 150 aniversario el año pasado, pues venga hay que hacerlo.

¿Qué sus hijos sigan sus pasos musicales, es un orgullo o una preocupación?

Buena pregunta, mira. Es un orgullo, lo que pasa, es que a ver, creo que afortunadamente, mis dos hijos han salido con la cabeza bien amueblada, entonces, el mayor es su debut en el mundo musical, no iba… y de hecho no creo si no que sea una anécdota, él está haciendo la carrera de Ciencias Políticas y en principio parece que va a ejercer la docencia, y el pequeño, sí que está interesado en la música y quiere sacar disco y tal, lo que pasa es que estudia Arte Dramático y su principal objetivo es más bien dedicarse a la interpretación, le encantaría, no tiene muy claro, aunque le gustaría compaginar las dos cosas, pero es adolescente y ahora mismo está en esa fase de probar.

Son dos profesiones arriesgadas, tanto músico como actor.

Ya, eso me decían también mis padres: “¿Vas a ser músico? Pues mira que está la cosa complicada” pues de esto vivo todavía, quién sabe…

Ha hecho usted además un videoclip que es muy hermoso.

Yo creo que es una maravilla, es una obra de arte de mi amiga Eva Nilsen que además, no puede ser más maja, conocía el lugar dónde lo hicimos, una antigua batería militar abandonada hace un montón de años, que parece como lugar de interés histórico, pero para acceder es complicadísimo, lo primero que te viene es un carrilillo, dos kilómetros antes de llegar a Tarifa y pone “Prohibido el paso”, pasamos con un carril como chungo, con un montón de vacas de esas de Cádiz, y vas llegando al sitio, un lugar derruido con un paisaje espectacular, y de hecho, ella lo cogió porque lo conocía y porque es uno de los sitios donde antiguamente solían desembarcar las pateras, ahora está más controlado, antes no había vigilancia ni nada, y de hecho, hay varios momentos en que estamos como en una especie de casa abandonada, que es un cuartel y nos consta que ha sido un sitio donde han dormido bastantes subsaharianos cuando han llegado aquí a España.

Hablemos también de la gira de despedida de Danza Invisible, ¿cómo va?

Estamos haciéndolo con muy buena onda, Seguimos siendo muy amigos, no nos separamos con ningún mal rollo, me harto de decirlo, para que no quepa ninguna duda de que no hay motivos personales, sencillamente es una decisión profesional, y luego también vital, porque la banda empieza a entrar también… dentro de no mucho estamos todos en los 60 y hay uno de los componentes que desea jubilarse, total que era el momento de decir mira, llevamos mucho tiempo sin sacar disco, antes de desgastar el nombre del grupo vamos a despedirnos a lo grande, con 12 únicos conciertos en los que vamos a celebrar nuestras cuatro décadas de amistad.

Con los componentes originales…

Salvo Ricardo Teixidó que estuvo con la banda desde el comienzo hasta el 94, los mismos componentes.

¿Hay expectación?

A ver, el de aquí en Málaga va a ser el ocho de junio y vemos que está yendo de fábula, también tenemos noticias de que el que vamos a hacer en Madrid en La Riviera la venta va fenomenal, o sea que van a ser conciertos muy emotivos, y creo que además la publicación de este epé por un lado también viene a demostrar que bueno, cuando yo me quedé tocando en solitario, tengo cosas que decir, de hecho ya estuve girando en solitario sin Danza Invisible el año pasado y la cosa no me fue mal en absoluto, y por otro lado sirve para ver que nuestra saga musical sigue, en mi caso apoyado por mis hijos, luego la hija de Manolo de Danza que se llama Mar Louise  también es una artista en proyección fantástica, o sea que un poco el espíritu de los Danza sigue por ahí.

Lo que tiene que ser complicado es elegir las canciones para una gira así

Sí, bueno, lo hemos sometido a votación y de hecho hemos visto que las canciones que elegimos los cuatro esas se van a a quedar como fijas en cada concierto, y las que tenía dos o tres votos pues (se ríe). Lo hemos hecho de una manera democrática, también es verdad que hay alguna canción que queremos montar y que resulta más difícil de trasladar al directo, hay algún caso que estamos estrujándonos las meninges para ver cómo podemos sacarla, porque cuesta, porque a lo mejor la grabación original tenía un teclado que no se qué, o una sección de metales, estamos ahí dándole vueltas, pero no va a faltar ninguno de nuestros grandes clásicos.

Los conciertos, aunque sean de despedida, es lo que da siempre la vida a un músico, ¿no?

Claro, yo no entiendo la música sin tocar en directo y de hecho, me sorprende que haya artistas que solo funcionen en estudio, que los hay, artistas que no quieren tocar en directo, no muchos,  pero los hay, o gente que miden mucho sus apariciones públicas y hacen solo una gira un año, durante tres o cuatro años no giran… Yo no lo entiendo, una decisión artística muy respetable, pero que no va conmigo en absoluto.

Las grandes bandas, los artistas, quieren estar siempre en el escenario.

Yo llevo de gira ininterrumpida desde febrero o marzo del 82 que fue cuando entré con Danza, y desde entonces, yo no he parado de girar, ha habido alguna parte en la época que nos iba súperbien, que pillábamos un mes de vacaciones, u otro mes que a lo mejor no contratábamos nada para poder componer, pero vamos, el mayor tiempo que haya podido estar yo sin tocar en mi vida, dos meses y medio o tres como mucho.

Y, ¿cuál es el combustible para eso?

¿Combustible? El público, hombre. La música, por supuesto que es un oficio, pero es una pasión y una vocación, yo estoy seguro que hasta cuando ya no pueda tocar en directo por lo que sea, seguiré  cantando en fiestas particulares, en mi casa, o en lo que sea, porque somos música, nosotros no… Eso me lo dijo una vez ese guitarrista extraordinario que es malagueño y que se llama Daniel Casares: “Javier, es que tu y yo, somos músicos tío, y como somos música, ¿qué hacemos?, pues tendremos que seguir haciendo música”. Es que no podemos hacer otra cosa, estamos destinados, tenemos una ‘misión divina’ (y ríe).               

Y mira que ha cambiado todo, de aquellos tiempos del vinilo a estos tiempos de las plataformas digitales.

Pero bueno, te adaptas o mueres, que vas a hacerle, pero también te digo una cosa, no todo es más negativo en los métodos actuales, o sea, es mucho más negativo en cuanto a retribución económica para los músicos, sí, la verdad es que solo hay que ver una cosa, cuando había ventas físicas de disco nosotros los que somos autores de nuestros temas cobrábamos mucho más, ahora ya no, ahora de autores se cobra poquísimo dinero, y luego, lo que llega a cada intérprete por cada reproducción, por ejemplo de  Spotify, que es la más conocida, es francamente irrisorio, irrisorio e injusto, pero bueno, nos ha tocado, ahora mismo por eso considera que lo de tocar en directo, me harto de decírselo a todos los chavales, tenéis que tocar en directo si queréis ver..., es en las actuaciones en directo, no hay más, si no, necesitas tener millones de reproducciones para verle color. Ahora, la gente que tiene muchas reproducciones también tiene otras vías de ingreso, de publicidad, de historias, patrocinios cosas de este tipo, lo que no existía en mi épcoa.

Y tampoco es que la pandemia haya ayudado mucho.

Sí, mira, yo fui de los artistas que mejor salí en la pandemia, trabajé mucho online, hice muchísimas cosas, cuando se fue abriendo poquito a poco la mano y tal, tengo mucha capacidad de adaptación, hice muchas colaboraciones, muchas cositas pequeñas y la verdad que no me fue mal del todo, salvo los meses que no podía tocar nadie, que casi ni podías ni salir de casa, pero la verdad, que no me fue tan mal y en cierto modo, me sirvió para componer un disco, centrarme; venía después de un año que fue mi récord de actuaciones, con cierto sustento económico, por lo que no me quejo en absoluto.

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