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Breivik sigue amenazando desde su aislamiento a la sociedad noruega

El fundamentalista cristiano exige la dimisión del gobierno a cambio de una declaración de sus planes.

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El autor del doble atentado de Oslo, Anders Behring Breivik, persiste en sus amenazas al modelo de democracia de Noruega, país que hoy recordará en un acto de estado a las 77 víctimas de una matanza cuyos efectos podrían haber sido aún más devastadores.

Breivik, el fundamentalista cristiano responsable del peor ataque de la historia reciente noruega, exigió la dimisión del gobierno de Jens Stoltenberg a cambio de una declaración íntegra sobre sus planes, informaba ayer la televisión noruega NRK.

Esto es lo que ha trascendido de las diez horas de declaración policial del pasado viernes, en la que según los medios de comunicación reveló planes de atentados contra el Palacio Real y la sede del partido socialdemócrata de Stoltenberg, a los que renunció por razones logísticas.

En lo que respecta a los ataques que sí perpetró, en el complejo gubernamental y el campamento juvenil socialdemócrata, los efectos habrían sido aún más sangrientos de no haber sido por un atasco.

La cronología hasta ahora conocida de los hechos de ese viernes 22 de julio arrancaba a las 13.26 H. (15.26 hora local) en que estallaron los 500 kilos de explosivos depositados en una furgoneta alquilada Volkswagen aparcada en el centro.

Ocho personas murieron en esa explosión, tras lo cual Breivik siguió en otro auto, asimismo alquilado, hasta personarse a las 15.08 H. en uniforme policial en la isla de Utøya, donde tras asesinar a decenas de personas fue detenido a las 16.27 H.

Según revelaba ayer el diario noruego Aftenposten, Breivik admitió ante la policía que su plan se demoró porque calculó mal y no contó con los atascos propios del fin de semana.

Breivik, en régimen de aislamiento tras su detención, será sometido la próxima semana a los exámenes de dos forenses psiquiátricos, que entregarán su informe en noviembre.

Mientras eso ocurre, el detenido va desgranando, a través de su abogado, Geir Lippestad, o de lo que trasciende de los interrogatorios policiales, detalles de sus planes y amenazas. 

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