La ex primera ministra ucraniana Yulia Timoshenko se niega a testificar ante un tribunal estadounidense a través de videoconferencia, según ha informado este viernes el servicio penitenciario de Ucrania.
El Tribunal del Distrito Meridional de Nueva York pretendía interrogar a líder opositora mediante ese sistema acerca de una deuda de 18,3 millones de dólares de la empresa Sistemas Unidos de Energía de Ucrania, que Timoshenko dirigió en los años 90. El juicio por este caso comenzará el próximo 5 de septiembre.
"Timoshenko ha entregado una notificación en la que dice que se niega a participar en una videoconferencia en el marco del caso Universal Trading & Investment contra Yulia Timoshenko", dice el comunicado del servicio penitenciario, según cita la agencia rusa RIA Novosti.
La ex primera ministra ha explicado que su decisión de no testificar se basa en las recomendaciones de los médicos alemanes y ucranianos que la están tratando, que le han aconsejado que evite situaciones estresantes.
Timoshenko, que lideró la Revolución Naranja de 2004, está cumpliendo una condena de siete años de prisión por abuso de poder que le fue impuesta en octubre de 2011 tras un polémico juicio que, según Rusia y varios países occidentales, tenía motivaciones políticas. Además, está siendo juzgada por evasión de impuestos y malversación.
Estando en la cárcel, se quejó de fuertes dolores de espalda que le impedían caminar. Los médicos de una clínica alemana que la examinaron a principios del pasado mayo le diagnosticaron "una forma aguda de hernia de disco". El pasado 27 de julio, la ministra de Sanidad de Ucrania, Raisa Bohatyriova, anunció que el tratamiento médico había concluido con éxito.
Las declaraciones de Timoshenko se dan a conocer un día después de que el presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich, firmara una ley que permite a los tribunales del país utilizar videoconferencias durante los juicios.
La oficina presidencial ha explicado que la medida tiene como objetivo que personas con capacidades físicas limitadas puedan comparecer por videoconferencia en un juicio, siempre y cuando así lo admita el imputado.
