He averiguado sobre todos los libros, guías y demás, que se han publicado sobre nuestra Catedral y su espléndido museo hoy afortunadamente una realidad, y en ninguno he encontrado nada referente ni a Correa de Vivar ni a Francisco de Comontes. Sin embargo, tanto de Juan de Borgoña como de Juan Correa de Vivar, sí aparecen datos más que suficientes en diversos tratados de Arte como para dar una extensa biografía de los dos.
Juan de Borgoña es suficientemente conocido, pero no así Correa de Vivar, y, por si acaso, mañana los técnicos cambian de opinión y resulta que esas preciosas tablas de XVI son adjudicadas a este artista de origen toledano, he de referir que “recibió la influencia del arte italiano y de ciertas formas manieristas, ya que estuvo relacionado con Comontes en su etapa formativa. Su primera obra documentada parece ser el retablo de Almotacid de Zorita (1554), aunque existe un Calvario fechado en 1540 (col. part.). Entre otras obras atribuidas, es autor del Tránsito de la Virgen (Museo del Prado), una bella obra en la que queda patente el manierismo tratado a la manera hispana, cargado de sencillo realismo y con un curso narrativo pausado y silencioso. El manierismo se acentúa en su Anunciación en el Museo del Prado igualmente”. (Enciclopedia del Arte, Garzanti. Ediciones B). Como vemos es un artista bueno con obras en la pinacoteca del Prado, una de las mejores del mundo. Creo que la existencia de esas dos espléndidas tablas en Cádiz, se debe a don Alfonso de Castro y Rossi (1823-1898), escritor y político que fue alcalde 1º de Cádiz entre el mes de marzo de 1855 y el 10 de noviembre de 1856 (Títulos, Honores y Privilegios de la ciudad de Cádiz, Ignacio Moreno Aparicio, 1995). Sea como sea, las dos tablas ya lucen en el Museo Catedralicio gaditano, debidamente restauradas.
Parece ser que Francisco de Comontes fue un artista muy importante del primer tercio del siglo XVI. Fue el pintor oficial de la Catedral de Toledo desde 1547 hasta que falleció en 1565. Las dos tablas han sido rehabilitadas en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico y las investigaciones realizadas apuntan que pertenecían a un retablo castellano. Ojalá, poco a poco, todas las demás pinturas existentes en el museo y necesitadas de una eficaz restauración, sean tan bien tratadas como lo han sido estas dos joyas de la pintura del siglo XVI, originales, parecen ser, de Francisco de Comontes.