La Audiencia Provincial de Cádiz juzgará durante la segunda semana de este mes a un hombre que ha sido acusado de un presunto delito de homicidio en grado de tentativa y para el que la Fiscalía solicita una pena de nueve años de prisión, después de intentar clavarle una espada a otro en la barriga tras esperarlo a la salida de su casa en Chiclana de la Frontera.
Según el escrito de calificación fiscal, al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos ocurrieron el 23 de diciembre de 2007, cuando el acusado J.M.G., acompañado de al menos dos individuos que no han sido identificados, se encontraba en la parte trasera de un chalet, situado en la carretera del Marquesado de la localidad gaditana, esperando a que saliera del mismo su propietario A.T.V.
Así, sobre las 02,15 de la madrugada, salió de la casa su propietario acompañado de tres amigos, mientras el acusado, junto a las otras dos personas, todos ellos portando cuchillos en las manos y ocultando su rostro con "bragas" oscuras, surgió de detrás de la vivienda. En un momento dado, el acusado se dirigió hasta A.T.V. y le puso una espada de 40 centímetros de hoja en el cuello mientras le decía que iba "a cortarle el pescuezo".
Ante ello, A.T.V. comenzó a forcejear con él, por lo que el acusado dirigió la espada hacia la tripa de éste, haciendo ademán hasta en tres ocasiones de clavársela; reaccionado la víctima agarrándole fuertemente de las manos para evitar que pudiera pincharle, a la vez que la daba cabezazos, consiguiendo con esta acción que la espada se le cayera, momento que aprovechó para arrebatársela el primero y, el segundo, para huir.
Como consecuencia de la agresión, A.T.V. sufrió lesiones consistentes en erosiones superficiales en los oídos, teniendo que ser asistido con diversos puntos de sutura.
La Fiscalía, según los hechos relatados, entiende que son constitutivos de un delito de homicidio en grado de tentativa, concurriendo las circunstancias agravantes de disfraz y abuso de superioridad, por lo que realiza una petición de nueve años de prisión, además de la prohibición de aproximarse a una distancia inferior a 200 metros de la víctima y de comunicarse con el mismo por un plazo de diez años.
