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Al menos dos muertos a manos de las fuerzas de seguridad en Egipto

Al menos dos personas han fallecido a última hora de la noche del lunes en la localidad egipcia de Port Said, donde cientos de personas han salido a las calles de la ciudad pese al toque de queda vigente a partir de las 21.00 horas, decretado tras los nuevos enfrentamientos

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Al menos dos personas han fallecido a última hora de la noche del lunes en la localidad egipcia de Port Said, donde cientos de personas han salido a las calles de la ciudad pese al toque de queda vigente a partir de las 21.00 horas, decretado tras los nuevos enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.

   Con estos fallecimientos asciende a 52 el número de muertos en Port Said desde que el sábado se anunciara la condena a muerte de 21 implicados en la masacre del Estadio de la ciudad, en la que en febrero del año pasado murieron 74 personas en enfrentamientos entre seguidores del club local y un equipo de fútbol cairota.

   En los enfrentamientos, desatados a última hora tras un asalto contra una comisaría, también han resultado heridas al menos doce personas --diez de ellas con heridas de bala--, según fuentes médicas.

   El toque de queda ha sido también desafiado por centenares de manifestantes en las localidades de Ismailia y Suez, donde los presentes han coreado consignas contra el presidente, Mohamed Mursi. "Abajo, abajo con Mohamed Mursi. Abajo, abajo con el estado de emergencia", han gritado los manifestantes en Ismailia.

   En el marco de estas protestas, alrededor de 27 personas han sido detenidas en El Cairo cerca de la Embajada estadounidense. Las autoridades han acusado a los detenidos de incitar los disturbios, según ha informado la agencia estatal egipcia de noticias, MENA. Los detenidos han sido enviados ante la Fiscalía para ser interrogados.

   En la capital, los enfrentamientos se han reavivado a última hora de la jornada en la calle Qasr al Aini, donde decenas de manifestantes han derribado tres muros de cemento que bloqueaban la entrada a la plaza Tahrir poco después de que un manifestante recibiera el impacto de perdigones disparados por las fuerzas de seguridad en la cabeza.

   En respuesta, los agentes han disparado gases lacrimógenos para dispersar a los presentes, que han comenzado a lanzar piedras y cócteles molotov contra las fuerzas de seguridad, negándose a abandonar la zona, según ha recogido el diario egipcio 'Al Masry al Youm'.

   Poco antes, los manifestantes se han hecho con tres vehículos blindados de la Policía después de que uno de ellos atropellara a dos personas que participaban en las protestas. Posteriormente, han incendiado dos de ellos, mientras que el tercero ha sido trasladado a la plaza Tahrir, donde ha sido también incendiado.

   La deriva violenta de los últimos días preocupa a la comunidad internacional, que sigue advirtiendo de la fragilidad en la que vive Egipto dos años después de que comenzasen las revueltas que terminaron con la caída de Hosni Mubarak.

   El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, ha insistido este lunes en rueda de prensa en la necesidad de que "todos los egipcios" expresen sus reivindicaciones "pacíficamente". En este sentido, ha reclamado a los distintos líderes políticos que se desmarquen de la violencia.

   La Presidencia estadounidense ha aplaudido los llamamientos para iniciar un diálogo nacional, aunque éste de momento está lejos de materializarse. El Frente de Salvación Nacional (FSN), que aglutina a los principales grupos de oposición en Egipto, ha rechazado participar en el diálogo convocado por Mursi.

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