Los representantes de los dos mercados de abastos de la ciudad -Central y San Antonio- han mantenido un encuentro este lunes con el delegado de Hacienda, Manuel Raposo, y la delegada de Fiestas, Cristina Arjona, para poner las cartas sobre la mesa sobre la subida del 20 por ciento en las tasas de los puestos que entró en vigor la pasada semana, pero que fue aprobada en abril del pasado año dentro de las medidas del plan de ajuste municipal.
Al respecto, Raposo les ha indicado que el ejercicio de 2011 con respecto a ambas instalaciones arrojó un déficit de 686.000 euros, una cantidad que actualmente hace inviable el funcionamiento de los dos mercados por el alto coste que su mantenimiento le supone a las arcas municipales.
Mantener abierto el Central y el de San Antonio todo el año supone un gasto de 815.000 euros y con las tasas que hasta ahora venían aportando los detallistas sólo daba para pagar el 15,78 por ciento de dichos gastos, teniendo que poner el resto el Ayuntamiento. Con este incremento del 20 por ciento en las tasas de los puestos la aportación al capítulo de gastos pasará a ser del 18 por ciento, es decir, dos puntos porcentuales más que en la actualidad.
Llegados a este punto, a partir de ahora se abrirá una línea directa de colaboración entre los responsables municipales de dicha parcelas y las asociaciones de detallistas de los dos mercados al objeto de diseñar un plan de choque que sirva para reducir los costes de mantenimiento que actualmente soportan ambas instalaciones.
Raposo ha querido desterrar la palabra "cierre" si la situación sigue de la misma manera y ha garantizado la futura continuidad de Central y San Antonio, si bien tiene claro que la tasa por la ocupación de los puestos podría seguir subiendo en años venideros si no se logra bajar de manera paulatina el déficit.
Por otro lado, el delegado de Hacienda no cree que esta medida municipal de subir el 20 por ciento la tasa de los puestos pueda incidir negativamente y que sean muchos los detallistas que apuesten por echar el cierre, lo que supondría un nuevo revés a esa idea municipal de revitalizar los mercados de abastos. "No creemos que muchos vayan a optar por cerrar sus puertas, porque de ser así entiendo que el problema vendría de mucho antes y no como consecuencia de esta subida", afirma Raposo.
