Jaén

Andalucía desde Jaén

Tenemos motivos para exigir que el destino de Jaén no siga siendo el olvido, lo mismo que sabemos que Andalucía no es el problema

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Estamos en las fechas claves de la conmemoración del Día de Andalucía. Está muy bien que se celebren actos oficiales y haya reconocimiento  público a personas y colectivos que se lo hayan merecido, pero este año además de la fiesta hay un marcado carácter reivindicativo generalizado. Y no faltan razones porque la crisis ha hecho estragos con Andalucía que soporta unas cifras de paro históricas, a lo que se unen las consecuencias de unos recortes que están pasando factura a las personas y colectivos más vulnerables. Bien es cierto que el malestar de la calle no se corresponde en exclusiva con una trinchera en contra del Gobierno de la nación, aunque también; en este momento tan crucial  la Junta  no se puede ir de rositas porque sus políticas son igualmente contestadas por una gran parte de los andaluces. En general hay un problema que urge denunciar y es que el lenguaje y la tarea de los políticos, los de arriba y los de abajo, con escasas y raras excepciones, se alejan de los problemas reales de la gente, parece como si vivieran en otra galaxia y que les estorba la bofetada social que son las evidencias de tanta gente como necesita solucionar problemas de primera necesidad.  Por lo demás hemos pedido a un amplio abanico de personas representativas que nos presten su voz para reivindicar al gobierno autonómico desde Jaén, tierra de agravios y de viejas deudas . Y la respuesta no deja lugar a la duda, tenemos motivos sobrados para exigir que el destino de Jaén no siga siendo  el olvido, de la misma manera que sabemos que el problema no es Andalucía.

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