Chiclana

Ernesto Marín pide un tranvía a coste cero para las arcas del Consistorio

Quiere que se modifique el artículo por el que recaía en la ciudad el coste de las infraestructuras afectadas y los aparcamientos disuasorios.

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  • Ernesto Marín.

El alcalde de Chiclana, Ernesto Marín, ha solicitado a la Junta de Andalucía que cumpla con “cada uno de los compromisos, acuerdos y protocolos adquiridos o adoptados en su día y señalados como imprescindibles para la construcción del tren-tranvía en su tramo urbano”, a la vez que ha planteado una serie de demandas “indispensables para que estas obras causen el menor perjuicio a los chiclaneros”.

Estas pretensiones se las comunicó el primer edil al delegado Territorial de Fomento, Manuel Cárdenas, en una reunión que mantuvieron el pasado 30 de enero y que reiteró en una carta enviada el 22 de febrero. Ante la falta de respuesta, Marín ha anunciado que “la colaboración del Ayuntamiento será mínima, ciñéndonos a lo que estrictamente exija  la ley”.

Recogidas en cinco puntos, Ernesto Marín ha detallado cada una de estas condiciones en una rueda de prensa, así en primer lugar ha solicitado al gobierno andaluz que se organicen perfectamente las obras, de tal forma que no se inicie un tramo sin haber finalizado otro. Con esto, se “intentaría evitar que Chiclana se convierta en una ciudad caótica, tal y como ha ocurrido en el centro de San Fernando con la trabajos de construcción de este tranvía”.

También ha reclamado a la Junta de Andalucía cambiar el convenio suscrito con el Ayuntamiento de Chiclana en 2009, en cuyo artículo 3 se recoge que el consistorio debería hacerse cargo de las infraestructuras que resultasen afectadas y de la construcción de los aparcamientos disuasorios. Este Ayuntamiento, ha aclarado el regidor municipal, “no dispone de presupuesto para trabajos de esta dimensión”, al mismo tiempo que ha reclamado que las obras sean “a coste cero, tal y como prometió José María Román en el transcurso de un Consejo Económico y Social (CES)”.  

Por otro lado, y para dar cumplimiento tanto a compromisos políticos adquiridos por anteriores dirigentes, entre ellos Román, como al acuerdo adoptado en su momento por el CES, Ernesto Marín considera capital el inicio de las obras de la Ronda Oeste, “de manera que esta vía, fundamental para Chiclana, entre en funcionamiento en el mismo momento que se inicie el servicio del tren-tranvía en su trayecto por el centro, aún cuando sea el tramo de carretera que transcurre de la Avenida del Mueble a La Longuera”.

También se ha instado al gobierno autonómico al ensanche y acondicionamiento de la Cañada de los Barrancos que, “junto a la Ronda Oeste, ayudaría a descongestionar los graves problemas de tráfico que originaría el tramo urbano del tranvía”.

El quinto de los puntos pormenorizados por el primer edil se refiere al cumplimiento del protocolo firmado en 2010 por el entonces alcalde de la ciudad, José María Román, y la consejera de Fomento de la Junta de Andalucía, Rosa Aguilar, que recogía la edificación de un apeadero de autobuses que tenía como fin solucionar el problema general de este transporte público y, en particular, de la parada situada en la Plaza de Andalucía.


“Simplemente se pide que se cumpla con lo prometido, con lo convenido y que en su momento y ahora se entendió y se entiende imprescindible para acometer estas obras”, ha declarado el primer edil, quien ha explicado que la Junta de Andalucía, en su momento, declaró el proyecto del tranvía a su paso por el tramo urbano de Chiclana de interés general, “declaración que obliga legalmente al Ayuntamiento a aceptar este trazado”. Sin embargo, “es deber también de este alcalde solicitar e instar a la Junta de Andalucía a que ponga en marcha las medidas adecuadas para que la construcción de este medio de transporte no hunda a la ciudad en el caos que convirtió el centro de San Fernando”.

Para añadir que “no se puede hablar de interés público cuando directamente se está perjudicando a la ciudadanía y será de interés si se aportan soluciones que permitan que el perjuicio sea el menor posible. Lo contrario es tirar hacia adelante sin importar las consecuencias”.

Para finalizar diciendo que “es posible que ni la Delegación Territorial de Fomento, y menos, la Consejería, hayan sopesado las consecuencias de continuar estos trabajos sin alternativa o soluciones a los graves problemas que puedan plantearse para la ciudadanía, actitud que sería gravemente irresponsable, insensata y negligente”.

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