El Juzgado de lo Penal número 1 de Jaén acogió en la mañana de ayer el juicio contra Ramona Z.O., acusada de un delito de intrusismo profesional y otro de lesiones imprudentes, que ha admitido haber realizado trabajos propios de una profesional de la Odontología, aunque, eso sí, insistió en que “en ningún momento” manifestó a sus clientes que poseyera el título.
En este caso también han sido acusados por intrusismo el exmarido de Ramona, Juan Ángel J.M., por ser el administrador único de la sociedad mercantil creada para desarrollar dicha función, y Juan Carlos M.S., protésico dental que ha sido supuestamente cómplice del presunto delito durante años. Respecto a este último, la procesada aseveró en todo momento que este último imputado “no tuvo nada que ver, pues ha estado engañado” por ella y su exmarido “por temor a que dejase de trabar con ellos”.
Asimismo la procesada aseguró que de 1993 a 2008 -año en que la Guardia Civil clausuró los lugares de trabajo que ella y su esposo tenían en Ibros, Quesada y Huesa- trabajó en el centro de salud dental como “auxiliar de clínica”. Así, negó haber puesto a sus pacientes anestesia “que no fuera en spray”.
Sin embargo reconoció que puso prótesis que dieron un resultado “fenómeno”, a juzgar, según apuntó, por la respuesta de sus clientes.
“No está bien que lo hiciera y hoy día estoy muy arrepentida”. No obstante, argumentó que “en 2005 se fue la dentista y los trabajos se quedaron a la mitad”, con lo que “por esta circunstancia” se lanzó a realizar distintas intervenciones, si bien “no conoce” los perjuicios que pudo provocar.
Durante el juicio declararon varias personas perjudicadas por los trabajos de la acusada. El juicio ha quedado visto para sentencia.
