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Jaén

La Estrella deja en penumbra Jaén

La Alcantarilla y toda la ciudad se quedaron sin ver procesionar a la Cofradía de La Estrella tras una fuerte granizada que dieron al traste con la ilusión de los 900 cofrades con los que ya cuenta y con cientos de jienenses en la calle

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  • En la plaza antes de tomar la decisión de no salir -

Florece cada año el barrio de La Alcantarilla cuando se acerca el Domingo de Ramos. Tienen sus empinadas calles en su subida hacia la Catedral el señorío que antaño revistiera aquellas señoriales y humildes casas y esconden, entre un laberinto urbano, la Iglesia Conventual de la Purísima Concepción. Y cada tarde del primer día de la Semana de Pasión jienense, la imagen anónima del siglo XVII de Nuestro Padre Jesús de la Piedad y María Santísima de la Estrella, del imaginero Domingo Sánchez Mesa, florecen en la plaza ante la mirada fiel de cientos de jienenses, sobre todo del jienense barrio de la Alcantarilla.


Pero ayer no pudo ser. Tampoco la lluvia permitió que la Hermandad Dominica y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Piedad, en su Sagrada Presentación al Pueblo, María Santísima de la Estrella, Nuestra Señora del Rosario y Santo Domingo de Guzmán recorriera en penitencia las calles de su barrio y de la ciudad. Su salida estaba prevista a las 17,30 horas. La lluvia aún no había quebrado el entre nublado y soleado Domingo de Ramos y todo estaba listo para que la comitiva partiera. Los pétalos aún perfumados esperaban la salida triunfal de los pasos, cuando un manto gris de granizo tiñó la ilusión de los 900 cofrades de La Estrella y de los cientos de fieles que se agolpaban a las puertas del convento.


Instantes antes de las 18 horas, el hermano mayor de la cofradía, Antonio Solomando Armenteros, comunicó a nazarenos, costaleros, mantillas y bandas la decisión tomada por la Junta de Gobierno, que no era otra, que como ya había sucedido por la mañana con ‘La Borriquilla’ preservar el patrimonio y no salir a la calle. La lluvia había amagado a las previsiones que no daban agua para esa tarde y finalmente el barrio de la Alcantarilla se quedó sin ver cómo su Jesús de la Piedad y su querida María Santísima de la Estrella permanecían en la casa hermandad. Los duelos y quebrantos, lejos de sazonar el Domingo de Ramos, diron paso al recogimiento y la oración.

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