Algo ha quedado demostrado en el nuevo estilo de fútbol que Pepe Mel ha querido imprimir en el Betis de esta temporada, con el cual el equipo se ha identificado y que ha servido para cosechar los mejores resultados. Y esa búsqueda del contraataque y de juego veloz por bandas requiere en la zona ofensiva, jugadores con características específicas que puedan adaptarse y sean productivos de cara a gol.
Por este motivo, la secretaría técnico ha asimilado el perfil de futbolista necesario para complementar a Rubén Castro en ataque. Sin duda, Dorlán Pabón es el número uno en la lista del cuadro bético; pero la imposibilidad manifiesta de retener al colombiano una vez conocida la negativa (contrato en mano) del Monterrey mexicano a siquiera negociar con la entidad verdiblanca, descarta dicha opción pese al expreso deseo de Pabón de continuar en casa de que fuera factible.
El elegido para ocupar su lugar ha sido finalmente Chuli. El jugador del Recreativo de Huelva, por cuyo fichaje ha pagado 600.000 euros el conjunto heliopolitano, firmará su vinculación para las próximas cuatro temporadas. Sus 15 goles en esta campaña, rapidez y maneras dentro del área han convencido al cuerpo técnico para apostar por su incorporación.
Diego Rubio en la terna
No obstante, no han sido estos dos los únicos que se han relacionado con el equipo de las trece barras para la delantera. Pues en el abanico de nombres hay que añadir el de Diego Rubio. Sus cualidades futbolísticas se ajustan al tipo de atacante demandado y en su entorno seduciría mucho la idea de recalar en un club con la progresión y el nivel mediático del Betis.
Sin embargo, en la dirección deportiva nunca ha llegado a calar del todo y el futuro del chileno, actualmente en las filas del Sporting de Lisboa, parece que tendrá como destino el Inter de Milán gracias en parte a su principal valedor en la operación, su compatriota, Iván Zamorano.
