Jaime Molina está seguro de ganar la partida a su amigo Cándido Rosado aunque para ello tendrá que prescindir de Yosu Ibarra, lesionado, y mantiene la duda de José Ignacio, si bien parece recuperado, al igual que Pacheta, que vuelve a la lista cuatro semanas después tras haber superado su lesión.
Los gualdiverdes saben que no va a ser un partido fácil por cuanto los cartayeros fueron capaces de remontar un 0-2 al Jerez Industrial la semana pasada (aunque acabarían perdiendo en el minuto 94) aunque la fortaleza mostrada por los de Molina en casa -sólo una derrota y dos empates- les hace ser optimista de cara al duelo ante un cuadro onubense que tiene a tiro la permanencia, el objetivo real del equipo que dirige Rosado, quien por cierto, verá el partido desde la grada al haber sido sancionado con cuatro partidos por insultar al colegiado en el duelo precisamente contra los industrialistas.
En cuanto a bajas la única segura es la de Camilo, igualmente castigado, en este caso por “conducta contraria al buen orden deportivo”.
Apoyo carnavalesco
Los que sí espera la Unión es un masivo apoyo en las gradas de la afición local, incluso de los que no les gusta el fútbol. Y es que el encuentro se disputa a las 18.00 horas debido a la costillada popular, acto típico de estas fechas de carnavales en la Villa (ayer fue la tagarninada) por lo que la directiva espera que tras la comida, y el hecho de que ni Real Madrid, Barcelona, Atlético y Sevilla jueguen esta tarde -todos lo hicieron ayer por los encuentros de Champions de la próxima semana-, las gradas del estadio barreño registren una gran entrada.
