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Jaén

Del sueño a la realidad

El alcalde ha terminado por rendirse a la evidencia, se ha desgañitado haciendo anuncios y promesas que la realidad ha ido poniendo en la larga lista de espera

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Mañana hará dos años que tomó posesión el gobierno municipal liderado por un alcalde, José Enrique Fernández de Moya, que había obtenido un respaldo histórico en las urnas, el de mayor apoyo en la democracia, más que por los méritos de quienes llegaban, que puede que sí porque era un mensaje nuevo e ilusionante, por los deméritos de un liderazgo, el de Zapatero, que se castigaba explícitamente en todo el país y también por los jienenses, desbancando al gobierno de coalición PSOE-IU que gracias al apoyo de la Junta salvó su gestión, incluso dejándonos la herencia envenenada del tranvía, y certificando una situación económica extrema. Fernández de Moya llegó al cargo profundamente ilusionado, era el sueño que llevaba años acariciando a toda costa, en la creencia de que encontraría el camino para salvar la gestión pese a las grandes dificultades, pero ha terminado por rendirse a la evidencia, se ha desgañitado haciendo anuncios y promesas que la realidad ha ido poniendo en la larga lista de espera, en la mayoría de los casos por imperativo económico. En la actual situación, con una deuda supermillonaria, ya es milagroso pagar las nóminas todos los meses y hacer funcionar la maquinaria de la ciudad en el día a día, incluso hacer realidad un PGOU que Jaén necesita. Sin embargo lo peor de estos dos años ha sido el modelo de permanente crispación, como es bien visible en los plenos a pesar de tan amplia mayoría, y la queja permamente por la herencia recibida, aparte de las ásperas relaciones con una oposición que ha sido incapaz de sobreponerse a la cruda realidad.

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