El Ayuntamiento de Sevilla, a través del Distrito San Pablo-Santa Justa, ha empezado a acometer una serie de obras con las que a lo largo de este mes de junio pretende mejorar la estética de la mediana de la calle Tarso y reparar los "numerosos" bordillos que presenta "en mal estado".
Según ha informado el Ayuntamiento en una nota, entre las actuaciones previstas figura la sustitución de albero por césped artificial, así como la colocación, a modo de adornos, de bolos blancos decorativos, palmeras y alcorques con traviesas de madera.
Además, el concejal delegado del Distrito San Pablo-Santa Justa, Jaime Ruiz, ha explicado que se va a igualar y elevar el terreno, así como se van a dejar los árboles 'grevillea robusta' para que convivan con los nuevos elementos.
Con estas actuaciones el Ayuntamiento pretende dotar a la mediana de la "misma uniformidad" en cuanto a jardinería y estética que la que presenta el primer tramo de la calle, que se reformó durante el mandato del anterior equipo de gobierno, que, según el edil responsable del distrito, "no estuvo a la altura de las circunstancias", ya que dejó "inacabada" la obra.
Para Ruiz, el arreglo de esta mediana, de la que se encargará la empresa adjudicataria del mantenimiento del Distrito San Pablo-Santa Justa, la UTE Fitonovo-Limpiezas Lorca, era "necesario", ya que el estado actual de la misma "afeaba mucho la zona y no eran pocos los coches que diariamente aparcaban sobre ella".
En ese sentido, ha expresado su esperanza que la sustitución del albero por césped artificial sirva para que los conductores "sean más respetuosos con esta zona", donde además, según ha recordado, "está prohibido aparcar".
En el marco de estas actuaciones también se han retirado seis ficus que estaban ubicados en la mediana y que serán trasplantados en el parque Gran Vía, junto a la barriada de Santa Clara, una operación que ha sido compleja al tratarse de árboles "de gran porte" y cuyo crecimiento "estaba suponiendo un problema, pues las ramas se estaban entrelazando unas con las otras", así como estaba afectando al tráfico rodado, puesto que "camiones, autobuses o vehículos grandes corrían el riesgo de tropezarse con las ramas que crecían en dirección a la calzada".
