Cádiz

La cocina marroquí se hace hueco en el rincón gastronómico del Mercado gaditano

Bsaha abre sus puertas de la mano de la cocinera María del Mar Grosso para acercar la riquísima oferta culinaria de Marruecos al gaditano y a los visitantes de paso por la plaza de abastos

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  • El nuevo sitio de comidas -

La cocina marroquí se suma como nueva oferta culinaria  al rincón gastronómico del Mercado Central de Abastos de Cádiz. El puesto número 76 de la Plaza, que ha pasado a llamarse Bsaha -que aproveche, en árabe-, fue inaugurado anoche y su gran apertura al público gaditano se producirá hoy.

Regentado por la gaditana de 44 años María del Mar Grosso, “una enamorada de la cultura marroquí”, este puesto promete hacer las delicias del público.

A Grosso, enfermera de carrera que trabajaba en el hospital de San Rafael de la capital, su pasión por esta cultura le viene de lejos, ya que pasó seis años en Marruecos, con idas y venidas a Cádiz, y en los cuales aprendió los secretos de esta riquísima cocina tan desconocida hasta ahora por el gran público gaditano y que ella se propone dar a conocer desde ahora, tanto in situ, como a domicilio con comida para llevar.

Lo primero que aprendió a cocinar Grosso con las mujeres marroquíes fueron los rghaeef, una especie de crep elaborado a base de mantequilla y miel y que en el país vecino suele tomarse al desayuno y ya después nada se le resistió.

La idea de esta cocinera es educar al gaditano y al visitante que pase por el Mercado en este tipo de alimentación mediante explicaciones de cada plato y de sus ingredientes, para que se sepa todo lo relacionado con cada comida y en esa línea intentará que el cliente conozca cuatro recetas esenciales de esta exquisita cocina.

Dentro de un imaginario menú de iniciación a esta gastronomía, no estaría de más atacar a la pastela o bastilla, un exquisito pastel de hojaldre relleno de pollo y con toque de canela; continuar con los briouats de queso jban, de ternera o de verduras, donde la sorpresa para el paladar se esconde bajo la pasta filo; seguir con el cordero con ciruelas y almendras o mrouzia, ese tajín sin desperdicio para acabar con el famoso cuscús, aunque este se reserve para los viernes o por encargo. Tampoco conviene olvidarse del hummus, de los pinchos de cordero o del tabbouleh.

Eso sí, no se puede pasar por alto el hecho caer en la tentación de la repostería magrebí que ofrecerá este puesto llamado Bsaha, ya que chouparkias, briouats de almendra, cuernos de gacela o empanadillas de dátiles servirán de excusa para endulzar paladares de martes a sábados. Pues que aproveche, o bsaha.

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