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Bin Laden permaneció en Pakistán por un fallo del Gobierno y el Ejército

Describe la operación estadounidense en el complejo como un "acto de guerra"

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El exlíder de la organización terrorista Al Qaeda Usama bin Laden fue capaz de permanecer escondido en Pakistán durante nueve años a causa de "un fallo colectivo" de las autoridades gubernamentales, militares y de Inteligencia del país, según un informe gubernamental publicado por la cadena de televisión qatarí Al Yazira.

   El documento, que recoge los testimonios de 200 personas --entre ellos familiares de Bin Laden y altos cargos del Gobierno y las fuerzas de seguridad--, apunta a una "incompetencia rutinaria" a todos los niveles de la estructura de gobierno civil

   La comisión encargada de su redacción fue establecida para examinar la operación lanzada por Estados Unidos para matar a Bin Laden en territorio paquistaní sin que las autoridades del país fueran avisadas de la misma y discernir por qué las fuerzas de seguridad desconocían su presencia en el territorio nacional.

   En este sentido, además de acusar al Gobierno y al Ejército de "burdas incompetencias", afirma que el Gobierno estadounidense perpetró "un acto de guerra" con su operación.

   El documento resalta que Bin Laden entró al país a mediados de 2002 tras evitar ser capturado durante la batalla de Tora Bora (Afganistán) en diciembre de 2001, poco después de la invasión estadounidense tras los ataques del 11 de septiembre.

   Las fuentes de seguridad consultadas revelaron que el exlíder terrorista permaneció durante un escaso margen de tiempo en las Áreas Tribales bajo Administración Federal (FATA), concretamente en Waziristán del Sur y Bajaur, antes de desplazarse al valle del Swat.

   Fue en este periodo cuando se reunió con el presunto autor intelectual del 11-2, Jalid Shaij Mohamad, quien fue arrestado apenas un mes después durante una operación conjunta paquistaní-estadounidense en la localidad de Rawalpindi, tras lo que Bin Laden huyó del Swat y se desplazó a Haripur, donde estuvo dos años en una vivienda alquilada junto a dos de sus mujeres.

   Finalmente, se desplazó en agosto de 2005 al complejo de Abbottabad, situado a apenas 85 kilómetros de la capital, Islamabad, donde permaneció durante seis años antes de su fallecimiento durante la citada operación estadounidense.

FIN DE LAS ACTIVIDADES

   La comisión ha determinado en sus investigaciones que la Inteligencia paquistaní "cerró el libro" sobre Bin Laden en 2005 y que no intentó hacerse con más información que pudiera llevar a su detención a partir de entonces.

   En este sentido, ha resaltado que hubo un "colapso completo" de la aplicación de sus funciones por parte de las autoridades, situación que define como síndrome de implosión gubernamental, tanto en la recolección de información sobre Bin Laden como ante el asalto estadounidense al complejo.

   Respecto a la existencia de una red de apoyo de la CIA para intentar localizar a Bin Laden en el país al margen de las autoridades, el organismo ha dicho que "fue un caso de abandono colectivo y sostenido de los deberes de los dirigentes políticos, militares y de Inteligencia del país".

ACTO DE GUERRA

   Por otra parte, ha puntualizado que, en cualquier caso, la acción estadounidense supuso un "acto de guerra" y ha preguntado si "es una política oficial o no oficial de defensa no intentar defender al país en caso de ser amenazado o incluso atacado por una superpotencia como Estados Unidos".

   Varios altos cargos militares argumentaron durante la preparación del informe que las Fuerzas Armadas estaban en "despliegue de paz" en el momento de la redada, por lo que no permanecieron activas en la frontera de Afganistán.

   "Las autoridades políticas y militares no pueden ser absueltas de su responsabilidad por el estado de gobernanza, planificación e implementación política que llevó a este fracaso nacional, que fue prácticamente inevitable", ha añadido. Por ello, ha solicitado a los líderes nacionales que se disculpen por su "negligencia".

   Debido al tono crítico del informe, la comisión expresó su temor ante la posibilidad de que sus conclusiones fueran "ignoradas o incluso suprimidas", motivo por el que solicitó al Gobierno su publicación, algo que Islamabad no hizo.

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