No hay un jienense que no crea que la Catedral de Jaén merezca ser Patrimonio Mundial. Es más, no hay un jienense que no sienta que su Catedral ya lo es. Ahora solo falta que sea así sobre el papel y que esa declaración dé el impulso que necesita la ciudad, con un patrimonio histórico artístico de los más extensos y desconocidos de Andalucía, para salir del ostracismo cultural y turístico en el que lleva sumida décadas.
Ayer, en Úbeda y Baeza, comenzó la recta final de ese camino. Un técnico francés de la Unesco, acompañado de dos representantes del Ministerio de Cultura, otro de la Junta de Andalucía, los representantes, técnicos y responsables de las administraciones locales de Jaén, Úbeda y Baeza, el catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Jaén, Pedro Galera, el arquitecto conservador de la Catedral de Jaén, Pedro Salmerón y la arquitecta urbanista y experta en expedientes de bienes culturales a la lista de Patrimonio Mundial, la ubetense Rufina Fernández, entre otros, iniciaron las reuniones previstas para que el templo jienense sea incluido en la declaración de Úbeda y Baeza hace ahora diez años.
Tres días
Tras la visita de ayer, la comitiva se desplazará a Jaén y esta mañana tendrá lugar a las 9,30 horas el acto de recepción y a continuación Rufina Fernández, defenderá el expediente de ampliación. Por la tarde, está previso que se celebre una reunión con los propietarios de los establecimientos del entorno de la Catedral y más tarde con asociaciones, entre ellas la de Amigos de la Catedral. Y finalmente será mañana, miércoles, cuando el técnico de la Unesco visite el entorno del templo. La presentanción que hará la urbanista Rufina Fernández del expediente no se alejará mucho de la que hizo el pasado mes de abril.
Por aquel entonces la responsable de la modificación mayor del expediente de la Catedral como extensión del conjunto monumental renacentista de Úbeda y Baeza y el Plan de Gestión para el templo y su entorno, defendió la unidad de la obra de Andrés de Vandelvira, cómo sirvió de referencia en la construcción de catedrales en Latinoamérica, y apuntó que la Catedral de Jaén es la joya del renacimiento que ha de completar al patrimonio ubetense y baezano.
Así, el expediente recoge como justificación de los criterios, que “los ejemplos de arquitectura y de diseño urbano del siglo XVI en Úbeda, Baeza y Jaén fueron esenciales para la introducción de las ideas renacentistas en España, y, a través de los tratados que recogen las innovaciones constructivas de Andrés de Vandelvira, el principal arquitecto de estos proyectos, estos ejemplos fueron también difundidos a América Latina”.
Además, la Catedral de Jaén “se integra en el entorno de innovación tecnológica generada por Vandelvira en Úbeda y Baeza, originando una escuela de cantería de primer nivel que se manifiesta en la estereotomía de las catedrales y otros edificios del Nuevo Mundo”.
En cuanto a la declaración de integridad, el expediente defiende que los edificios incluidos en los conjuntos monumentales de Úbeda y Baeza así como la catedral de Jaén “tienen una elevada integridad material”. En el conjunto monumental de Baeza, la catedral refleja la yuxtaposición de distintos estilos: primitiva mezquita, elementos gótico-mudéjares y posterior intervención renacentista de Vandelvira. La iglesia y sacristía de El Salvador y los palacios Vázquez de Molina y Deán Ortega en Úbeda, también de Vandelvira, se conservan íntegramente y sólo han asumido mínimas adaptaciones para acoger los usos actuales. El resto de edificios, de distintas épocas, conservan en su mayoría una impronta renacentista. “Dado su carácter institucional, el estado de uso y conservación de ambos conjuntos es excelente. En Úbeda acogen diversas sedes administrativas, usos religiosos y Parador de Turismo. En Baeza, algunos rehabilitados para reinstaurar el uso universitario, como el antiguo Seminario y el magnífico Palacio de Jabalquinto”. En lo que se refiere a la catedral de Jaén el expediente ratifica que “se ha mantenido en uso religioso continuado desde su origen y su integridad material es consecuencia de una adecuada conservación sin que se hayan alterado las características originales. A la integridad arquitectónica se suma el perfecto estado de la urbanización de los espacios públicos vinculados a los distintos monumentos; algunos renovados y reurbanizados respetando su carácter original”. En cuanto al Plan de Gestión del Patrimonio Renacentista de Jaén, o lo que es lo mismo, la hoja de ruta que seguirá el templo para ser declarado destacan un Centro de interpretación del Patrimonio Mundial, previsto en los espacios bajos de la Lonja de la Catedral; una oficina de turismo, sita ya en la calle Maestra; itinerarios señalizados; y otros centros de interpretación patrimonial como el de la Almazara escaparate.
