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Jaén

A la espera de los huertos urbanos

Detrás de cada huerto urbano hay una familia entusiasmada por trabajar una tierra que les dará frutos para llevar a sus casas y alimentar a sus familiares y sus ganas de seguir adelante pese a una difícil situación

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  • En el terreno para huertos. -

Un terreno en desuso puede tener muchas utilidades, pero en el Polígono del Valle lo tienen claro. Quieren que se divida en parcelas y éstas convertirlas en huertos urbanos. El día que sean una realidad,  se habrá cumplido el deseo de muchas familias, esperanzadas en encontrar en sus tierras frutos con los que alimentar ilusiones que ahora están tocadas por la crisis.

La Asociación de Vecinos PASSO lleva dos años y medio trabajando sobre el proyecto de los huertos urbanos. Ya tienen los terrenos, el Ayuntamiento se los ha cedido, pero aún no se han acondicionado y la desesperación de los interesados está a flor de piel.

El presidente de los vecinos, Antonio Liébanas, asegura que en los cuatro mil metros cedidos se podrán habilitar 45 huertos urbanos, que serán trabajados por 45 familias del barrio, que resolverán parte de sus necesidades alimenticios. Y es que los productos perecederos que da la tierra no se comprará con el dinero de familias de diferentes perfiles y edades, pero todas con el denominador común de que “en casa entra poco dinero y toda ayuda viene bien”.

Así lo han reconocido a VIVA JAÉN tres vecinos que integran la lista de interesados en cultivar los huertos urbanos. Son Eufrasio Raya, de 54 años; Miguel de la Torre, de 60 años; y María Dolores Prados, de 76 años. Todos esperan que los terrenos situados entre la zona de las '64 Viviendas', el sector ocho y el campo de fútbol Sebastián Barajas se llene de parcelas, se convierta en un espacio para cultivar, y un lugar de convivencia vecinal. Es la intención del proyecto ideado por PASSO, que aún con el reglamento terminado, sigue esperando que el Ayuntamiento meta las máquinas en los terrenos para prepararlos.

Eufrasio Raya se prejubiló a los 52 años y asegura que su paga es baja y no le permite vivir desahogadamente. Vive con su mujer y sus dos hijas y los cuatro trabajarían el huerto para alimentarse de sus frutos.

Miguel de la Torre es pensionista y ha padecido depresiones. Tiene cuatro hijos, y cinco nietos, y sólo puede ayudarles con un plato de comida. “Lo hago para ayudar a mi familia”, reconoce. A

Mª Dolores Prados la animó uno de sus nietos. Separada y con un hijo viviendo bajo el mismo techo, aún paga hipoteca por su casa. “Es una oportunidad para ayudar a la familia”, reconoce. Es el sentir general de los vecinos del Polígono del Valle que han demostrado interés por cultivar tierras que llevan más de cuatro décadas sin urbanizar.

De ahí que los vecinos desesperen ante la falta de actuación municipal. Quieren tener sus parcelas acondicionadas y trabajar “pronto” en ellas.

El domingo celebrarán una fiesta de convivencia en uno de los terrenos, para mostrar a las autoridades que en el Polígono del Valle hay ganas de salir adelante, pero que dependen del Ayuntamiento y que éste tiene que estar con los vecinos.

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