Un total de seis empresas ha entrado en concurso de acreedores en el primer trimestre del año, casi un 60 por ciento menos de las que se declararon en suspensión de pagos durante esta misma fecha en 2013, que fueron 16.
En esta ocasión, ninguna familia ha tenido que declararse en quiebra, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y consultados por Europa Press.
De las empresas afectadas, la mayoría fueron Sociedades de Responsabilidad Limitada (SRL) y una Sociedad Anónima (SA). En cuanto a los sectores, dos de ellas pertenecen a la construcción e inmobiliaria y el resto a otros sectores no especificados.
De las seis entidades, cinco fueron voluntarios y uno necesario, y cinco fueron de carácter abreviado -es decir en el que el pasivo de la empresa no supera los diez millones de euros y lo pide el propio deudor- y uno ordinario -una situación solicitada por los acreedores-, y en ninguno de ellos hubo propuesta anticipada.
En la provincia se registraron durante 2013 un total de 49 concursos de acreedores -46 voluntarios y tres necesarios-, unas cifras que supusieron un 5,7 por ciento menos que en el año anterior, cuando fueron 52 empresas las que pasaron por este trámite judicial.
El número de empresas que han entrado en concurso de acreedores desde el mes de septiembre de 2007, prácticamente desde que arrancó la crisis, se ha multiplicado por 25, ya que desde 2004 hasta después del verano de 2007 se declararon en concurso cuatro, frente al más de centenar de expedientes que se han abierto posteriormente.
Concretamente, desde el año 2008 el número de entidades ha ascendido considerablemente, no obstante en 2013 se produjo el primer descenso que ha continuado en 2014, al menos en los tres primeros meses del año.
Desde el Juzgado de lo Mercantil destacan que al comienzo de la actual coyuntura económica la mayor parte de las empresas que se declaraban en concurso de acreedores estaba relacionada con la construcción, sin embargo desde 2010 han variado los sectores y entran de todo tipo.
