San Fernando

Hasta que ocurra una desgracia

Todas las administraciones han estado de acuerdo durante los últimos 25 años en la necesidad de solucionar el problema de los accesos a la playa.

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La Demarcación de Costas le ha dicho al Ayuntamiento de San Fernando que siga adelante con el proyecto de doble vía de acceso a la playa de Camposoto, carril bici incluido y aceras para peatones y comunicación con el aparcamiento del Centro de Interpretación del Parque Natural.

La Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Medio Ambiente, también le ha dicho al Ayuntamiento que adelante con la propuesta, que sólo es una propuesta, y que se estudiará positivamente. La última reunión en la que se expuso la idea fue en la junta rectora del Parque Natural, donde no se ha dicho que no sino que habrá que trabajar en las medidas correctoras, en las compesaciones y en todo lo que conlleva construir en una zona protegida.

O sea, que nadie ha dicho que no aunque nadie haya dicho que sí en firme, por lo que el Ayuntamiento ya ha anunciado que va a seguir adelante con la propuesta, que fue presentadada con marchamo de anteproyecto en el mes de marzo de este año y que la oposición tachó de electoralista y el margen de los andalucistas, socios de Gobierno del Partido Popular.

Pero electoralista o no, lo cierto es que la necesidad deja fuera de lugar cualquier planteamiento político por cuanto circular por la carretera de la playa, andando o en bicicleta es un peligro de primer grado y sólo falta que ocurra una desgracia -lo que no ha ocurrido todavía pero puede ocurrir en cualquier momento- para que los partidos políticos se rasguen las vestiduras antes de poner manos a una obra que ya debería de estar terminada.

El alcalde de San Fernando, José Loaiza, explicó el resultado de la última reunión municipal en el marco del Parque Natural y pidió a todas las administraciones que se pusieran a trabajar en ese proyecto, con todas las medidas correctoras y compensatorias, con todo el respeto al medio ambiente, pero actuando bajo la responsabilidad que tienen los poderes públicos de evitar daños personales.

Por que una cosa es que la playa esté en el Parque Natural, bajo la protección de la Ley de Costas, pero de lo que no cabe ninguna duda es de que existe un problema que es la  aglomeración de personas en la zona cada día bueno del verano y que no se conoce otra medida que no sea la de ampliar el acceso. Al fin y al cabo se trata sólo de unos metros.

Este periódico estuvo en los accesos de la playa este sabádo a las dos de la tarde y todo lo que se cuenta es poco ante la peligrosidad de la zona, con personas de todas las edades prácticamente rozando los coches, bicicletas a merced de los turismos y peatones en fila india por tramos en los que la ‘acera’ es apenas de 20 centímetros.

Como informó esta casa, el Ayuntamiento elaboró lo más parecido a un anteproyecto con el claro objetivo de acabar con el caos de tráfico que soporta la playa de Camposoto cada verano 25 años después de su apertura al público.

La propuesta necesita contar -no sólo de palabra como hasta ahora, sino rubricado cuando la propuesta sea un proyecto- con el beneplácito de la Consejería de Medio Ambiente y el Parque Natural, ya que esta ambiciosa iniciativa conlleva la necesidad de algunos rellenos en la zona de marismas y caños para proceder a su asfaltado.

Esperando colaboración
El alcalde isleño José Loaiza espera total colaboración por parte de la Administración autonómica, añadiendo que "si se ha podido rellenar la plataforma tranviaria entre Chiclana y San Fernando, tapando incluso una batería que fue declarada BIC, no sería entendible que no nos dejarán rellenar para poder reorganizar todo el tráfico en Camposoto". Esolo dijoen marzo, pero este jueves volvió a repetirlo con argumento contundente.

La idea general es regular el tráfico, reordenar todo el aparcamiento y velar por la seguridad de los peatones construyendo dos rotondas más a las dos ya existentes en la plaza de las Banderas y en la última pista de la playa. Las dos nuevas irían en el pozo de la Alcudia -a la altura de la curva-, y la otra justo delante de la amplia bolsa de aparcamiento de la primera pista de Camposoto.

Además, se habilitarían dos carriles de salida desde esta rotonda de la primera pista hasta la de las banderas al objeto de desahogar el tráfico, sobre todo en días puntas de verano como suelen ser los domingos.

En cuanto a la regulación de los aparcamientos, se mantendría el lineal en todo el margen que da la zona de marismas y en batería en la parte del caño. Todo ello irá hormigonado y perfectamente señalizado.

La iniciativa recoge la contrucción de una pasarela de madera por la marisma entre la bolsa de aparcamientos situada en los aledaños del Centro de Visitantes y la primera pista, que tiene poco uso dada su lejanía de la playa isleña.

También se ha pensado en el transporte urbano y, para ello, se construirán tres paradas que no osbtaculicen el tránsito normal de vehículos, tanto a la ida como a la vuelta, en el tramo de la carretera de la playa.

Los peatones
El anteproyecto municipal anticipa además la construcción de dos acerados, uno en cada margen y después de los aparcamientos, para eliminar la peligrosidad que cada verano se da con los peatones, que tienen que deambular por plena carretera para acceder hasta sus vehículos.
Por último, la tercera pata sería el carril bici que discurriría justo después de los aparcamientos y el acerado más cercano a la zona de marisma.

Eso sí, Loaiza dejó claro que este ambicioso proyecto no vería la luz este verano, ya que todo está a expensas de que, con el anteproyecto en la mano, sea la Junta la que dé viabilidad a su ejecución. Entonces sería el momento de hacer el proyecto definitivo, calcular costes y determinar de qué manera llevarlo a efecto.

Y todo eso contando con que los intereses electorales de unos y otros no perjudiquen esa tramitación, cuando no la construcción. Sólo hay que recordar que la carretera desde La Ardila hasta la rotonda de las banderas tardó cuatro años en construirse porque por allí pasaban antiguamente los rebaños de cabras, vacas y ovejas. Antiguamente.

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