Era la primera oportunidad para tomar el pulso a la ciudadanía onubense, y Huelva no defraudó. La céntrica Plaza de Las Monjas se llenó literalmente este jueves de ciudadanos que, todos a una, gritaban: “Ence no se cierra”.
Los trabajadores de la planta de celulosa fueron arropados por una marea de personas, que escucharon atentos sus palabras, llenas de emoción, apelando a la familia, a lo que supondrá el cierre de la factoría de Ence, y a la ciudadanía, para que despierte de su letargo y luche.
“Queremos que se hable de Celulosa en el desayuno, en el almuerzo y en la cena, y no de la hija de la Pantoja; dejemos de ser pasivos y demostremos a España que Huelva está en el mapa porque somos luchadores”, indicó una de las trabajadoras que se dirigió a los asistentes.
En la misma línea, aseguró que “soy de Huelva, y estoy cansada de que la gente se queje y no luche; los trabajadores necesitamos el apoyo de los ciudadanos y de la provincia”.
Varios fueron los momentos en que las más de 1.500 personas congregadas en la Plaza de Las Monjas -entre ellas dirigentes de PSOE, PP e IU con representación en las diferentes administraciones- se fundieron en un sonoro: “Celulosa no se cierra”, como tras la intervención de otro trabajador, que recordó que el cierre “tiene nombres y apellidos, tiene caras y la historia particular de cada uno, son nuestras historias y luchamos en nombre de todos, porque creemos en el mantenimiento del empleo, en que la fábrica es viable, en que el esfuerzo merece la pena, que Huelva entera nos apoya, y que con el apoyo de todos, Celulosa no se cierra”.
Por su parte, otro trabajador relató en primera persona lo que sintió al enterarse de la noticia: “A Huelva y la provincia las llevan a la ruina, es irrazonable; inseguridad, incertidumbre, y no por mí, que estoy en la recta final de mi etapa laboral, sino por mis compañeros; sólo deseo a los especuladores que se ahoguen con nuestro dinero, porque estamos pasando un calvario, pero moriremos con las botas puestas”.
Los más pequeños también tuvieron un papel protagonista en este primera protesta masiva en la capital onubense, que continuará el próximo lunes con la gran marcha desde la fábrica hasta la Plaza Doce de Octubre. Así, varios niños dibujaron un mural con palabras de apoyo a los trabajadores, tales como: “Quiero un futuro feliz”, “No quiero que se cierre Ence”, “Si no nos dejan soñar, no les dejaremos dormir”, o “Ence somos todos”.
Además, otra pequeña tomó la palabra para pedir un deseo: “Que no se cierren las fábricas porque los padres y madres necesitan dinerito para las familias”.
Un punto de partida
Por su parte, en declaraciones a los periodistas, el presidente del comité de empresa, José Manuel Belda, mostró su satisfacción por la asistencia a la protesta: “Vemos más gente de la que esperábamos, vemos que esto es un punto de partida para la manifestación del lunes, y en esa línea seguimos, continuamos nuestra pelea porque creemos que la fábrica es viable y puede continuar, y por eso estamos peleando”.
En cuanto a las últimas declaraciones de la empresa al presidente de la Diputación, al que le trasladaron que no hay vuelta atrás, indicó que eso no les va a parar. “Seguimos en la misma línea, la hoja de ruta la seguimos marcando nosotros y es laque vamos a seguir. Mañana nos vamos a Sevilla para empezar el proceso de negociación, y el lunes tenemos la manifestación”.
Tras esta multitudinaria protesta, los trabajadores se enfrentan este viernes al inicio de las negociaciones del ERE, y advierten que “vamos a por todas porque no nos queda otra”, porque “desde el primer momento no hemos querido llegar a esto, hemos intentado buscar todas las soluciones; hoy incluso hemos hablado con la empresa en la fábrica, pero no ponen medios, así que seguimos peleando”, indicó Belda.
Además, resaltó que cuentan con el apoyo de los compañeros de las otras plantas de Ence, en Pontevedra y Navia (Asturias). “Estamos en comunicación con ellos, hoy en Navia han hecho un corte de carretera y están abiertos a lo que les pidamos”.
