La Virgen de la Paloma, de la Hermandad de la Pollinica, cumplirá con un objetivo que hace apenas unos meses parecía inalcanzable: podrá salir finalmente este año a costaleros.
El nuevo paso está listo. Ha sido necesario un trabajo mucho mayor que el hubo que hacer con el paso del Señor, para el que se transformó el trono de horquilleros que ya tenía la hermandad. Ahora, sin embargo, ha habido que hacer un nuevo paso, que ya está terminado, y que se podrá ver el Domingo de Ramos, puesto que la Hermandad no lo presentará en sociedad como hiciera hace un año con el paso del Señor.
“Ha sido un esfuerzo de todos. Ha habido mucha gente trabajando para que sea una realidad, y estamos muy contentos”, afirmó esta semana en declaraciones a RONDA SEMANAL la hermana mayor de la cofradía, María Blanco.
La estética del nuevo paso no rompe con la imagen que siempre tuvo esta hermandad. De momento, además, el paso no llevará palio, “un proyecto futuro para el que hará falta trabajar mucho”, adelantaba la hermana mayor, que fijaba un escenario de algunos años para conseguir este objetivo. Pero es que además el paso es un homenaje a la talla rondeña; se han respetado algunas de las tallas originales, que conforman el actual canasto. La novedad radica en unas tallas en plata que se han acoplado a la madera, de color noble. Los trabajos han corrido a cargo de los carpinteros del Ayuntamiento y de la herrería Gazaba. De la talla de la madera se ha encargado el tallista Cristóbal Guillén; de la orfebrería, el conocido taller de Cristóbal Martos.
En el frontal, remata una crestería, de Cristóbal Martos, que deberá colocarse alrededor de todo el canasto. Se estrenarán además un tren de candelería delantero, también obra de Cristóbal Martos, así como seis jarrones, unos angelitos de plata, dos candelabros traseros y una media luna que se situará a los pies de la Virgen, así como dos viejos jarrones que han sido encontrados por la Hermandad y se situarán junto a la Virgen de la Paloma. Donaciones, rifas y colectas han permitido la obra. Que dispondrá de nuevos faldones, obra de Amparo Molina; de los bordados se ha encargado la empresa rondeña M&R.
El paso ha sido diseñado por el hermano Alejandro Mora; será portado por hasta 35 costaleros: “No ha habido problemas para encontrarlos”, afirmó la hermana mayor.
Toca esperar al Domingo de Ramos.
