Huelva

El sueño de Millán de llevar a Huelva “donde se merece”

Es el sexto hermano mayor de la Hermandad de Huelva de su familia, algo que lleva con orgullo pero también con mucha responsabilidad

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  • Paco Millán -

En tan sólo unos días, al ritmo de los cohetes y de las palmas, la capital despedirá a la Hermandad de Huelva, que se adentrará en los caminos para reencontrarse con la Blanca Paloma. Al frente, guiando el timón, estará Paco Millán, acompañando a la  hermandad más populosa que peregrina hacia el Rocío. Lo hará convaleciente de una inesperada neumonía pero con toda la energía y toda la emoción posibles; también con toda la responsabilidad que conlleva. Es el sexto hermano mayor de la familia Millán, que lo seguirá muy de cerca en el camino para vivir momentos inolvidables.

“La figura del hermano mayor es la de máxima representación y responsabilidad durante la romería; no es ninguna tontería, porque una hermandad como la de Huelva mueve a mucha gente”, explica a Viva Huelva. De hecho, este año acompañarán al Simpecado 51 carros tradicionales, cinco carros cuadrados, 60 tractores y más de 15.000 caballos. Todo esto se traduce en una caravana de ocho kilómetros y cerca de 15.000 peregrinos. “Afortunadamente contamos con un sistema muy elaborado como es el Plan Romero, la hermandad está muy bien organizada y tiene gente con mucha experiencia; además, contamos con el compromiso de todos los hermanos, a los que les doy un sobresaliente”.

Aunque la organización y coordinación es una parte muy importante de la labor del hermano mayor, es la parte no tangible la que más emociona a Millán. “He nacido en una familia muy rociera, aprendí a andar en la hermandad y ha estado presente toda mi vida; ya ha habido cinco hermanos mayores en mi familia, entre ellos mi padre, así que es un orgullo enorme”, relata, para añadir que “estoy deseando llevar a Huelva donde se merece, que todo el mundo llegue bien y llenos de fe y sentimientos”.

Aunque estará al frente de todo, los hermanos lo verán como cada año, subido en su caballo, rodeado de su familia, y con una copla en la boca, si la neumonía se lo permite. “Sé que este año va a haber más emotividad, porque además, con los años me he vuelto más facilón con la lágrima, pero estoy deseando que lleguen esos momentos y vivirlos, y si todos los años se me ve con la guitarra en mano cantando, este año no va a ser menos”.

A la pregunta de qué momento espera con más ganas, Millán duda, ya que “es muy difícil quedarse con uno”. El paso del Simpecado por el charco, la llegada al barrio de las gallinas con Los Mellis, la presentación de las hermandades... Al final, se decide: “Me quedo con el de la Virgen llegando a la casa de hermandad portada por los almonteños”.

Tras la romería, cederá el testigo al próximo hermano mayor. Atrás queda un año lleno de vivencias, de muchos actos y de “tener que robarle tiempo a tu trabajo y a tu familia”, pero sin duda, “todo tiene su recompensa”. Ahora sólo espera que “todo el mundo viva una semana intensa de emociones, con alegría y fe, y que no haya ningún accidente personal”. Y como las elecciones le pillarán en el Rocío, ya ha mandado su voto por correo.

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