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Las "fuerzas vivas del catolicismo español" reprueban a la Mesa del Congreso

Las fuerzas vivas del catolicismo español han mostrado su adhesión al Papa y han calificado de ?censura ideológica? la decisión de la Mesa del Congreso de admitir a trámite una iniciativa de ICV para reprobar unas manifestaciones de Benedicto XVI sobre el uso del preservativo.

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Las fuerzas vivas del catolicismo español, en palabras del presidente de la Fundación CEU-San Pablo, Alfredo Dagnino, han mostrado su adhesión al Papa y han calificado de “censura ideológica” la decisión de la Mesa del Congreso de admitir a trámite una iniciativa de ICV para reprobar unas manifestaciones de Benedicto XVI sobre el uso del preservativo. 

El “comunicado de apoyo a Benedicto XVI”, que firman nuevos movimientos, asociaciones apostólicas y realidades de la Iglesia católica, así como colectivos y organizaciones educativas y sociales, fue presentado ayer en Madrid, durante una rueda de prensa conjunta que lideró Alfredo Dagnino. 

Dagnino dijo que “las fuerzas vivas del catolicismo español” se encontraban allí para expresar su “apoyo al Papa” y “defender la causa de la Iglesia en España, pero también la causa del bien y de la belleza”.

Alfredo Dagnino, quien calificó la admisión a trámite de la proposición no de ley de “auténtico disparate”, recordó que el Estado, aunque sea aconfesional y laico, debe ser respetuoso con el hecho religioso y con las creencias, y la iniciativa denota una “falta de respeto por el pluralismo y el derecho a la libertad de expresión”.

El comunicado dice que la iniciativa parlamentaria “constituye un nuevo ataque de los sectores más radicales de la política española contra la Iglesia” y “una muestra más de la ofensiva laicista que se ha iniciado desde hace tiempo y que no se compadece con la configuración constitucional de nuestro Estado”.

La admisión a trámite de la proposición -agrega el texto- “expresa una absoluta intromisión en el ejercicio de la libertad de expresión de quien es un jefe de Estado...amén de representar un negligente ejercicio de la soberanía y de las funciones” que la Constitución otorga a los representantes políticos.

“Nos encontramos, dice el documento, ante un intento de censura ideológica que no ha recibido la respuesta adecuada por quienes están obligados a ser garantes de los derechos fundamentales, amén de responsables de una pedagogía de respeto al natural pluralismo en la sociedad y con los ciudadanos”.

Los firmantes agregan que el texto presentado a debate va a servir “de nuevo para las intenciones claramente intimidatorias de algunos grupos políticos y sociales en orden a disuadir al Papa de expresarse sobre algunos temas, cuya relevancia moral es obvia y de enseñar la doctrina de la Iglesia”.

El comunicado añade que si esta práctica se asentara en la sede parlamentaria “estaríamos ante un grave inicio de deterioro de los fundamentos de la democracia y del ejercicio de las libertades públicas”.

Los firmantes piden a los autores de la iniciativa y a los que “la han permitido y la dan cobertura”, que tengan en cuenta lo confirmado por las recientes publicaciones científicas (sobre la eficacia del preservativo para evitar el sida) y el apoyo que el Papa suscitó con sus palabras por parte de los países africanos.

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