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Mike England descubre su pintura a los arcenses

El británico expone en el salón San Miguel su colección de pinturas y grabados. Su obra fluctúa entre el surrealismo y la realidad más dura

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El crítico de arte británico Heathcote Williams escribe: “Las pinturas de Mike England son evasivas. Sin embargo, si les damos una oportunidad, llevarán tu consciencia hacia un placentero estado de armonía.

Una pintura podrá parecerse a la imagen de objetos prohibidos pasada por la máquina de rayos X de los aeropuertos. Otra, podría ser un paisaje de Gales, con retoños de plantas espongiformes primitivas, que esperan sean engullidas por las mandíbulas de un dinosaurio. En otra, una serie de imágenes en time-lapse parecen estar describiendo un paisaje de sueños del interior de la psique pensante del pintor.

Si miramos de pintura en pintura, no sabemos exactamente qué es qué. Las imágenes entran y salen de lo figurativo. ¿Es otra pintura un paisaje urbano con pantallas de televisión y advertencias a los peatones imprudentes?, ¿o es el fantasma de Modrian volviendo a coger sus reglas y pinceles?
“Todo es abstracto”, dice Mike England, desafiando gentilmente a cualquiera que pueda sentirse provocado por el aspecto no figurativo de sus cuadros.

Las pinturas de Mike England calan en lo interno y lo reflejan en lo externo. Es pintura cuántica donde el artista está abriendo un nuevo camino.

Él procede de acuerdo a sus propias luces y sus pinturas reflejan esa luminosidad”.

Hasta el 1 de mayo, el salón cultural San Miguel de la calle Corredera acoge la muestra de pintura y grabados de este británico llamado Mike England y que cada vez es más conocido entre los arcenses. La Delegación de Cultura ha tenido a bien auspiciar esta muestra que, al fin y al cabo, pretende animar a los arcenses en la contemplación artística y en la búsqueda de los sentimientos que despierta el contacto con el arte en puro estado.

Un paseo por cuadros asombrosos que nos proponen otro punto de vista de la realidad, aunque a veces ésta sea difícil de diferenciar de los sueños y de la quimera. El ojo del pintor encuentra su mundo y lo pinta tal cual, con sus luces y sus sombras, con sus penas y alegrías, y con sus sinsentidos.

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