Deuda nominal de 592 millones

La liquidación del Presupuesto municipal de 2015 no ha hecho más que confirmar la crítica situación financiera del Ayuntamiento de Jaén. Según la liquidación presupuestaria elaborada por la Concejalía de Hacienda, el pasado ejercicio se cerró con una deuda nominal de 592 millones de euros, que incluye la del Consistorio y la de sus organismos autónomos. Sin embargo, el edil de Hacienda, Manuel Bonilla, cree que la deuda actual quedaría en torno a los 530 millones, una vez reajustados los pagos realizados para el plan de pago a proveedores(28, 2 millones)  y para el pago de sentencias judiciales (unos 70 millones de euros).
El equipo de gobierno del PP, que  cifra en 98 millones de euros las existencias de tesorería a finales de 2015, ha logrado en el último ejercicio rebajar la deuda a proveedores aunque a cambio ha crecido la deuda financiera, como advirtió el Ministerio de Hacienda en un informe publicado recientemente.
El concejal de Hacienda, que entregó ayer al PSOE la liquidación presupuestaria y hoy lo hará a Jaén en Común y a los ediles no adscritos, quiere convocar para la próxima semana una Comisión de Hacienda para la aprobación inicial de la liquidación (también se necesita la de los organismos autónomos). Antes es necesario contar con el informe de la Intervención municipal. Se antoja complicado, por tanto, que esa liquidación pueda ir al Pleno de este mes, previsto para el día 30. “Si no da tiempo, iría al siguiente Pleno”, admitió ayer Manuel Bonilla.
La liquidación presupuestaria del ejercicio anterior es preceptiva antes de aprobar las cuentas para este año. Y también aquí se da ya por seguro que los Presupuestos municipales de 2015 no se debatirán, para su aprobación inicial, al menos hasta el pleno de junio. Hay que tener en cuenta que el Ayuntamiento debe remitir  al Ministerio el borrador del Presupuesto para recibir un dictamen previo a su aprobación, y teniendo en cuenta la interinidad actual del Gobierno todo hace indicar que este dictamen se demorará más de lo habitual.
Así las cosas, en el mejor de los casos, los Presupuestos para 2016 no se aprobarían inicialmente hasta finales de junio, con lo que su entrada en vigor (tras el periodo de alegaciones y la aprobación definitiva) no se produciría al menos hasta finales de agosto, tal y como ha reconocido el propio concejal de Hacienda.
El equipo de gobierno del PP quiere evitar a toda costa una nueva prórroga presupuestaria, como la que ahora hay en vigor. Sin embargo, no hay que descartar que esa medida de política financiera pueda repetirse este año. Básicamente porque el gobierno local del PP no tiene garantizado el apoyo a los Presupuestos por parte del resto de grupos de la Corporación, y por tanto la mayoría necesaria en el Pleno para su aprobación. Ayer mismo, Iván Martínez, en representación de los concejales no adscritos, en declaraciones a este periódico, dejó en el aire el apoyo a los Presupuestos de 2016, algo que condicionó a la aceptación por el gobierno del PP de un paquete de medidas de saneamiento económico del Ayuntamiento.
Desde el gobierno municipal que preside Javier Márquez se han empezado a lanzar en los últimos días mensajes sobre las consecuencias que tendría la no aprobación de las cuentas para 2016. Partidas tan importantes como la consignación para la comisión del tranvía o para la adecuación de las obras en la calle Cataluña (necesaria para la apertura del centro de salud) están condicionadas al Presupuesto de 2016. Y también quedaría en el aire la municipalización de las sociedades  de Epassa y Onda Jaén, cuyo proceso de subrogación en la plantilla del Ayuntamiento el equipo de gobierno ha venido condicionando a la aprobación de los Presupuestos.
Caso de verse abocado a una nueva prórroga presupuestaria por falta de mayoría en el Pleno, al PP le quedaría el recurso de aprobar las cuentas del próximo año 2017 en junta de gobierno, sin pasar por el Pleno. La Ley permite a los ayuntamientos este recurso  cuando han transcurrido dos ejercicios con prórrogas presupuestarias.  Un escenario que, teniendo en cuenta la situación actual, no habría que descartar, aunque sea difícil predecir sus consecuencias.