Notas de un lector

Stefan George al completo

Con su acostumbrado buen hacer, la editorial orensana Linteo da a la luz la “Poesía Completa” de Stefan George

Nacido en la alemana Büdesheim, en 1868, en el seno de una familia acomodada de ascendencia francesa, la infancia de Stefan George transcurrió marcada por el severo catolicismo materno y su amor por los paisajes que el Rhin dibujaba a la orilla de sus primeros juegos y lecturas. Su facilidad para las lenguas le reportó una vastísima cultura y le sirvió  después para la ingente tarea que llevó a cabo como traductor.
Su estancia en París, en 1889, fue decisiva en su posterior formación literaria. De la mano del poeta Albert Saint-Paul, se adentró en el círculo simbolista -Verlaine, Mallarme-, y bebió de sus fuentes y mágicos talentos. Respecto a tales influencias, escribió Adorno: “Francia aportó a George un ímpetu latino, una gracia elegante que por sí sola, por su mera existencia, barrió el adocenamiento pequeñoburgués de la llamada lírica alemana de finales del siglo XIX…”.

    Desde sus inicios líricos, George destacó por la exigencia rítmica, la esmerada dicción y la obsesiva manera de esenciar el verso, tal y como puede apreciarse en el poema “La imagen”, recogido en su libro La cartilla (1901): “La noche ha llegado – silencio/ Me hallo para mí e imperturbado,/ los ojos prendidos hacia la lámpara (…) No quiero pensar más… no puedo más:/ sólo inclinar mis rodillas quiero./ No pensar nada - apenas rezar”. A medida que su obra fue creciendo -y sobre todo tras el éxito que obtuviese con su libro El año del alma-, su reputación fue ganando enteros hasta convertirse en una excelsa figura europea del primer tercio del siglo XX. El 7 de diciembre de 1897, Rainer María Rilke le confiesa en una misiva: “Maestro Stefan George: He podido conseguir El año del alma; y algunas de mis horas festivas viven de sus melodías”.

     Ahora, con su acostumbrado buen hacer, la editorial orensana Linteo da a la luz la “Poesía Completa” de Stefan George.Sin duda, es esta una excelente oportunidad para poder acercarse al personalísimo universo creador de una de la más grandes figuras de la literatura alemana.
En la imprescindible revista “Hojas para el Arte”, -que se publicara desde 1892 hasta 1919 y sin la cual no podría entenderse buena parte de las tendencias y estéticas literarias de la Alemania de finales del XIX y principios del XX-, George publicó  algunos textos en prosa, máximas y variados comentarios. En uno de aquellos números, dejó escrito: “La figura del poeta parece haberse perdido por siempre para los alemanes. Ahora sólo queda la del erudito -funcionario-burgués que hace poesías; y lo peor: el literato alemán que hace poesías”.

     En favor de la Belleza y de la Pureza de la lírica luchó toda su vida Stefan George. En estas más de setecientas páginas, hallará el lector múltiplesejemplos de ello. Su testamento literario sigue siendo, hoy día,claro exponente del amor por la autenticidad poética. Y así quiso reflejarlo cuando dejó anotado: “El poema no es la reproducción de un pensamiento sino de una impresión, para el primero se necesita la palabra corriente, para la segunda necesitamos selección, sonido, melodía, ritmo”.

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