El Puerto

El súper de Jaime y Merchi cierra sus puertas

Les piden una boca de incendio que supone una inversión de miles de euros que no pueden afrontar, un vado y aparcamientos

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  • El súper

El esfuerzo realizado por la pareja formada por los propietarios del súper de Jaime y Merchi, ubicado en el polígono El Palmar, se verá truncado en unas semanas, cuando cierren las puertas de su local, debido a que el camino se les está poniendo complicado, debido a las exigencias del Ayuntamiento y las inspecciones realizadas.


Desde enero que presentaron su proyecto para ocupar este espacio con uso comercial y pagar las tasas correspondientes, por más de 4.000 euros, y volver a reformlar el proyecto en mayo, porque la administración local les exigía una obra para colocar una puerta automática, hasta el mes de septiembre, no han tenido problemas. Pero dicho mes han comenzado a llegar problemas, inspecciones y requirimientos que lo único que provocan es asfixia en la pareja propietaria.


A pesar de que, como indican, cuentan con una superficie comercial de 462 metros cuadrados (ya que los restantes 115 se refieren a las oficinas), por tanto no llega a los 500, les exigen una boca de incendios que el Consistorio debería haber colocado en el polígono cuando éste se construyó, que se les sale de presupuesto, pues son varios miles de euros los que tendrían que invertir, cuando aún se encuentran recuperando muy poco a poco la inversión realizada en este local, que se convirtió en un sueño para ellos y que ahora se ha tornado en pesadilla.


Además, no entienden por qué tienen que colocar una boca de incendios, cuando su local tiene, como exige la normativa, distintos extintores repartidos por el espacio comercial; una inversión ahora no serviría para nada.


Por otro lado, uno de los inspectores les ha pedido un vado, rebaje para minusválidos y zona de aparcamientos, a pesar de que consideran que no son preceptos lógicos, porque hay espacio suficiente para el aparcamientos.


En el plazo de un mes tendrán que subsanar lo apuntado en la inspección, pero como no pueden afrontar los gastos que suponen estos cambios que tampoco entienden, cerrarán sus puertas cuando acaben con las existencias. No dejan de solicitar más ayuda a los autónomos y comerciantes y menos trabas.

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