Málaga

Grietas que quitan el sueño

Rosa Jiménez, de 73 años y vecina de Ciudad Jardín, lleva 15 años denunciando que la obra del edificio contiguo afectó a su hogar. Málaga Ahora estudia su caso

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Rosa Jiménez duerme en el sofá por miedo a que un día el techo se le venga encima. Con 73 años, lleva desde los siete viviendo en una pequeña casa del Camino de Casabermeja, número 12 y aquí es donde desea terminar sus días. Con muleta y todo, recorre cada rincón de la casa mata, que atesora los recuerdos de toda una vida, mostrando los desperfectos que desde 2001 han ido surgiendo. Esta vecina de Ciudad Jardín lleva quince años denunciando que la construcción de uno de los bloques que colinda con su vivienda ha provocado enormes grietas que le quitan el sueño.

La cocina y el aseo, al otro extremo, permanecen intactos al paso del tiempo, mientras los dormitorios, el salón o el viejo patio repleto de plantas y macetas son las zonas más afectadas. Casi como una herida que ha partido en dos el hogar de Rosa, que rechaza abandonar la casa “que levantaron mis padres y donde me he criado”.

La pared da buena cuenta de las fechas en las que técnicos comprobaron la profundidad de las grietas y el suelo del salón, tapado con periódicos para salvar el desnivel, se está, literalmente, hundiendo bajo sus pies. Pero nadie ha hecho nada hasta el momento. Ha denunciada en reiteradas ocasiones al constructor, sin conseguir algo en claro hasta la fecha. Rosa no entiende de burocracia, “solo sé que mi casa estaba fuerte antes de que hicieran las obras”.  

El grupo municipal Málaga Ahora se hace eco de su caso y ya ha solicitado el expediente en Urbanismo para estudiar qué se puede hacer por ella, según avanzó la edil Isabel Jiménez.

Rosa vive sola, pero asegura tener fuerzas aún para seguir luchando para que “quienes me han hecho esto, lo arreglen, yo no tengo dinero para hacerlo”.  Aunque teme que un día los titulares den la peor de las noticias, se resiste a dejar la casa por su propia seguridad. A veces los recuerdos pueden más.

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