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Ronda

“El último eslabón de esa historia de amor de mi vida sacerdotal”

El sacerdote rondeño Alonso Ros recibe el próximo 16 de diciembre en Madrid la 'Cruz de Honor de la Cruz Fidélitas' de manos del Arzobispo Castrense de España

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  • El sacerdote a las puertas de la Iglesia de la Merced -

Sus más de 40 años compartiendo la labor de profesor en el Patronato Militar de Ronda con el sacerdocio en la Iglesia de San Cristóbal, su designación anteriormente en parroquias de Jimera de Líbar y otros pueblos de la Serranía, y su estrecha vinculación con el ejército han llevado a que el Arzobispo Castrense de España le vaya a conceder el próximo 16  de diciembre en Madrid la 'Cruz de Honor de la Cruz Fidélitas'.

¿Qué supone para usted esta concesión?
--Un reconocimiento para premiar el tiempo de fidelidad, además de todas las acciones notables y meritorias. Sirve para darme cuenta de que he realizado una labor muy fructífera para mí como sacerdote, para afianzarme en mi celo pastoral, en el amor por las personas, acompañamiento de los militares y a la existencia espiritual.

¿Cómo recibió la noticia?
--Me lo comunicó personalmente en verano el Arzobispo Castrense Juan del Río durante un almuerzo que tuvimos en el Patronato. De manera oficial me enteré el 11 de noviembre a través de una llamada telefónica que me hicieron desde Madrid.

La vinculación con el ejército ha tenido mucho que ver, ¿cómo empezó esa relación?
--Ese mi gran secreto, desde el año 71, empecé a tener relación especial con los sacerdotes capellanes. De aquí parte la concesión de la medalla. Posteriormente la vinculación con el ejército es el año 2001 cuando hubo una carencia de capellanes castrenses aquí en la zona y me concedieron el nombramiento de Sacerdote Colaborador, que pretende expresar una forma más vinculada al Tercio y al Patronato.

¿A quién agradece esta concesión?
--Agradecimiento principalmente a Dios nuestro Señor porque yo a este reconocimiento le llamo el último eslabón o uno de los últimos de esa historia de amor de mi vida sacerdotal. También me acuerdo mucho de las personas con las que he colaborado, aunque nací en Jimera de Líbar me siento muy rondeño porque mi misión principal ha sido la Parroquia de San Cristóbal.

Alonso Ros recuerda como si fuese ayer mismo el día que concedió su primera misa en 1958 en la Iglesia de Cortes de la Frontera...

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