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Un Jédula sin pulso naufraga en el campo de Las Palmeras

El equipo no dio la verdadera medida de sus posibilidades. Las circunstancias adversas pesaron como una losa en el rendimiento jedulense

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  • C.D. Jédula. -

ATLÉTICO SANLUQUEÑO B      2

C.D. JÉDULA                                 0

–Sanluqueño– Pineda, Toni, Juanma, Juan, Fran, Camacho, Isaac (Róber, 68’), Antonio (Álex, 55’), Dani, Erik (Paco, 61’) y Alberto.     

 –Jédula– Gabriel, Pablo Camacho, Manolo, Calvo, Iván (Colorao, 75’), Marcos, Raúl (Quintáns, 57’), Paquito De los Reyes (Jesús, 70’), Jorge Jiménez, Víctor (Jorge Rodríguez, 57’) y Collantes. 

Goles: 1-0 (4’) Antonio. 1-1 (47’) Collantes. 2-1 (57’) Alberto.

Árbitro: Carlos Fornieles Pérez (Jerez). Amonestó a Juan y Camacho por los locales y a Iván, Collantes y Manolo por los visitantes.

Incidencias: Campo Las Palmeras. El partido se retrasó en su inicio más de media hora. Unos 50 espectadores.

 

El Jédula jugó en el campo municipal de Las Palmeras de Sanlúcar de Barrameda su peor partido de la era Maqui, encajando la primera derrota desde que Juan Manuel Jiménez arribó al banquillo jedulense, a la espera de la conclusión del encuentro frente al Bazán, que registra un marcador desfavorable para los blanquiverdes de 1-0.

Los visitantes mostraron bastantes de los defectos que han llevado al Jédula a las últimas posiciones de la tabla a principios de la temporada. La actitud desde antes de comenzar el choque no era la idónea ya que las circunstancias obligaron al equipo a retrasar su partido debido a los numerosos partidos que se debían celebrar en ese campo, lo que dejó a los verdes sin poder calentar en el vestuario creando un extraño ambiente antes de saltar al terreno de juego para encarar convenientemente la contienda.

El Jédula entró muy frío encajando un gol por un error defensivo en el minuto 4 obra de Antonio. A partir de ahí, las carencias que el equipo había enmascarado con las victorias anteriores salieron a flote, faltando contundencia en el área propia ante un Sanluqueño joven y aguerrido que sí que disputó el choque de verdad. En el Jédula faltó actitud, intensidad, concentración e ideas en ataque y los de Maqui anduvieron poco avispados a la hora de temporizar un partido que se les escapaba. Todo lo bueno que había mostrado anteriormente el equipo blanquiverde se fue por la borda de golpe y porrazo enseñando sus costuras, sin ideas y anárquico en sus acciones. Incluso afloraron algunos reproches entre sus integrantes, dejando muy malas sensaciones entre todos.
En la segunda parte se mejoró en algo respecto a lo hecho en el primer periodo tras el paso por el vestuario, pero no era el día del C.D. Jédula y todo eso dando gracias al empate logrado por Collantes poco antes del descanso (min. 47) en una jugada aislada, que camuflaba los deméritos del equipo de una primera fase horrenda. El equipo estuvo más ordenado y correcto pero siguió adoleciendo de falta de contundencia en ambas áreas, tanto atacando como defendiendo, y en una jugada desafortunada encajó un gol en propia meta en el minuto 57 que el árbitro concedió al delantero local Alberto.

Desde ahí en adelante fue un querer y no poder, aunque desde el banquillo se forzó la entrada de más jugadores de perfil atacante para intentar aprovechar segundas jugadas acumulando efectivos en el área contraria con golpeos frontales y directos, pero el choque terminó sin mayores novedades. Sin duda, un partido nefasto pero con la idea de revertir la situación en el próximo envite casero ante la A.D. Los Cortijillos, que está en la zona de descenso con 12 puntos, tres menos que el Jédula.

Las molestas circuntancias que se dieron antes del partido de Sanlúcar pudieron influir decisivamente en la preparación sicológica del partido –un retraso de 30 minutos en el comienzo de la contienda y el no disponer de vestuario–, y el anormal calentamiento de los jugadores, que se tuvo que realizar en un parque adyacente al terreno de juego en donde se debía celebrar el partido. El rival era un conjunto joven y aguerrido tan necesitado de puntos o más que los blanquiverdes y puede que cierta falta de mentalidad para afrontar un encuentro incómodo fuera una de las causas determinantes del bajo rendimiento visitante. Puede que esa relajación, debida posiblemente a una ficticia superioridad al no necesitar los puntos tan imperiosamente que un rival en zona de descenso influyera en detrimento de los de Maqui.

La falta de un liderazgo dentro del campo para marcar el tempo de un partido que se escapaba y una evidente falta de concentración y de actitud a la hora de afrontar un partido de liga en el que se pelea por tres puntos indispensables para salir de la parte baja de la clasificación fueron factores decisivos en el devenir de la decepcionante actuación del Jédula, que no se empleó al cien por cien de su potencial futbolístico mostrando muchos vicios adquiridos con anterioridad que no se había visto hasta ahora.

Se mostró muy poca acitud en un horario tal vez desacostumbrado para un Jédula que suele jugar por la mañana, algo que también pudo alterar el ritmo del equipo. Hay que pasar página de inmediato para recobrar el espíritu de combate de un equipo que mostró en tierras sanluqueñas una cara desconocida hasta ese momento.

El entrenador, Maqui: “Le pondría a mi equipo muy poca nota”

“Yo le pondría a mi equipo muy poca nota no solo en los aspectos futbolísticos sino también en la falta de tensión, concentración y actitud, que no han sido las idóneas como para afrontar un partido de competición. Me da igual que los prolegómenos del partido no hayan sido los normales de cada jornada, ya que al equipo rival también les afectó como a nosotros al quedarse también fuera del campo. No podemos encarar un partido de competición de esta manera, con errores individuales garrafales y con tanta inocencia como para no saber parar un partido que se nos pone cuesta arriba. Hay que ser un poco más inteligente cuando no se está acertado y saber desviar la atención de nuestro rival en un partido que se nos escapaba. Mi trabajo es mejorar los aspectos deportivos –técnica, táctica, preparación física, etc.– pero la actitud es algo personal de cada jugador y eso es lo que nos ha faltado para ganar un partido a domicilio. Me queda una sensación amarga de haber dado dos pasos hacia atrás después de lo hecho hasta ahora y tras hacerme cargo del equipo y como entrenador me queda por realizar un trabajo que aún no está consolidado. Las dos victorias conseguidas enmascaran los defectos del equipo, que no está bien porque conserva vicios anteriores. Nos queda mucho por mejorar, si no lo vamos a pasar muy mal esta temporada”.

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