La provincia ha cerrado el año con 170.705 demandantes de empleo, lo que equivale a 13.564 parados menos que hace un año tras una reducción del 7,3% en el transcurso de los últimos doce meses. Tanto PP como PSOE han coincidido esta semana en celebrar el resultado, aunque desde el reconocimiento de que todavía “queda mucho por hacer”. Y tanto. Sobre todo si ponemos los datos en perspectiva con los existentes al inicio de la crisis: en la actualidad hay 62.073 desempleados más que en diciembre de 2007 y 57.216 afiliados menos a la Seguridad Social. Pese al trayecto aún pendiente, la tendencia marca el hacia la recuperación del mercado laboral; la cuestión reside en dilucidar si se trata de un “espejismo”, como ha descrito esta semana CCOO, o de un “despegue” real, como vaticinan desde el PSOE.
Las lecturas políticas, por supuesto, son las más optimistas, sobre todo si proceden desde PP y PSOE, los partidos que representan en este momento a las dos administraciones con más peso en la aplicación de políticas de empleo en la provincia: el Gobierno central y la Junta de Andalucía, respectivamente. Queda aún por despejar la incógnita de si habrá colaboración institucional entre ambas en busca de las sinergias necesarias para rentabilizar los millones de euros que van a gestionar y destinar a la provincia durante los próximos años, ya que siempre contamos con la mano tendida, pero, hasta la fecha, persisten algunos reproches y, en especial, el interés por subrayar las aportaciones particulares.
Así, el presidente provincial del PP, Antonio Sanz, ha calificado de “esperanzadores” los datos de empleo, contratación y afiliación a la Seguridad Social, aunque recuerda a la Junta de Andalucía que los resultados “serían mejores si el Gobierno autonómico impulsara políticas activas de empleo eficaces como las ejecutadas por el Gobierno central”, a las que Sanz responsabiliza del descenso interanual del paro en la provincia.
Por su parte, la secretaria general del PSOE provincial, Irene García, ha recalcado que “la tendencia puede mantenerse e incluso situarse al alza en los próximos meses con el concurso de todas las administraciones, si todas convergemos intensificando las medidas que están dando resultados”. En este sentido, ha reiterado que tanto desde la Diputación de Cádiz, como desde la Junta, “hemos realizado un importante esfuerzo presupuestario en planes de fomento del empleo cuyos efectos se habrían multiplicado de haber contado con un plan especial de empleo del Ejecutivo de Rajoy”, señalando que “un respaldo financiero justo hubiera permitido dar un impulso aún mayor a las políticas que hemos puesto en marcha y que, desde este mismo mes de enero, van a permitir la contratación de más de 5.000 parados en los proyectos de inserción que desarrollamos en colaboración con todos los ayuntamientos de la provincia
Sin embargo, no todos comparten esa perspectiva. Desde CCOO, por ejemplo, recuerdan que no bastará con forzar el cambio en las políticas de empleo, sino que también habrá que contribuir a la mejora de la cobertura del desempleo, ya que el 55% de personas en paro carecen de cualquier tipo de cobertura en la provincia.
Pero, sobre todo, inciden en cuestiones como el impacto de la reforma laboral sobre el empleo, “que no solo sirve para que el paro siga siendo el primer problema de nuestra provincia, sino que las escasas contrataciones que se producen son absolutamente precarias y en condiciones que hace que esos trabajadores sigan sin tener ningún tipo de estabilidad y con unos salarios que los sitúan en el umbral de trabajadores pobres”. Una situación de la que también se culpa a la Junta, ya que mientras que en España la contratación indefinida se sitúa en el 7’20% del total, en Andalucía “es una auténtica vergüenza que se sitúe tan solo en el 2’48%”.
Los datos
Si nos remitimos a los datos, parecen obvias y consecuentes las lecturas favorecedoras que han realizado los principales partidos durante esta semana. De hecho, la provincia ha vivido en el año 2016 la mayor bajada del paro de toda la historia de su serie estadística en un mes de diciembre: es más, en los últimos cuatro años, desde que empezó a disminuir el paro tras la crisis, el desempleo ha bajado en la provincia en 33.550 personas.
Sólo en el caso del total de la provincia, los 170.705 demandantes de empleo nos remiten a diciembre de hace siete años, cuando 2009 cerró con 168.027 desempleados en la provincia, y se alejan en especial de los 204.255 de 2012.
Por lo que se refiere a las poblaciones más importantes de la provincia, sólo Algeciras se acerca ya a los registros de 2009, mientras que Jerez y Cádiz tienen ahora como referencia el año 2010.
Además, 2016 ha sido un año en el que se han marcado los mejores datos desde 2010, como ocurrió el pasado mes de agosto. A nivel provincial se llegó a los 159.883 desempleados, mientras que en el caso de Jerez se aproximaron a la barrera de los 30.000 parados, en Cádiz se bajó la de los 14.000 y Algeciras se aproximó también a esa cifra.
Por sectores de la actividad económica, despunta la evolución relativa de la industria, que cierra el año 2016 con un 13,5% menos de desempleo. En cifras absolutas, la reducción más significativa es para el sector servicios, con 4.774 demandantes menos en la provincia que hace un año.
Otra interpretación diferente tienen los datos relacionados con las afiliaciones a la Seguridad Social en la provincia. 2016 se ha cerrado con más de 339.000 -9.412 más que hace un año, un 2,85%-, pero muy lejos aún de las más de 397.000 existentes a finales de 2007. De hecho, el número de afiliados tiene ahora como referencia el año 2011, que cerró con 349.148.
Más llamativo es el hecho del número de autónomos existente en la provincia, que en la actualidad es superior al de 2007. Aquel año cerró con 56.007 trabajadores por cuenta propia, mientras que 2016 lo ha hecho con 57.701.
En cualquier caso, son datos en los que tanto PP como PSOE se apoyan en estos momentos, no sólo para celebrarlos como señales de cierta recuperación, sino como los pilares desde los que procurar el crecimiento económico de la provincia y, en especial, del mercado laboral, a partir del impacto que van a tener durante los próximos meses y años la aplicación de la Iniciativa Territorial Integrada (ITI) y la puesta en marcha de diferentes planes de empleo y programas formativas desde la administración central y autonómica.
En esta línea, desde el PP inciden en el “impacto positivo” que tendrá el desarrollo de la ITI, que dejará en la provincia los 900 millones de euros que aporta el Gobierno, y de los que 310 irán exclusivamente a la ITI Empleo; así como los “efectos positivos de las futuras cargas de trabajo para los astilleros, que garantizan estabilidad y futuro de la industria naval gaditana; y el impulso a la Plataforma Logística Sur de Europa de la mano de la Zona Franca”, como uno de sus grandes apuestas para la provincia.
Por su parte, el delegado del Gobierno andaluz en la provincia, Fernando López Gil, insiste en “el reto de seguir trabajando para que la pirámide que hemos puesto en marcha dé respuesta a la economía de la provincia y siga siendo productiva. Una pirámide que integra los planes de empleo, la formación de la capacitación de la orientación laboral y la búsqueda de un nuevo sistema productivo donde está la Iniciativa Territorial Integrada (ITI) y la captación de inversiones y empresas, que es nuestra obsesión para el próximo año, porque es un momento positivo para ello y todo el esfuerzo irá orientado a que se aumente el tejido productivo y el espacio industrial en la provincia de Cádiz”.
