Lleva unos nueve meses viviendo en una de las 22 viviendas en régimen de alquiler social de las calles Sevilla y Sol promovidas por la Agencia de Viviendas y Rehabilitación de Andalucía (AVRA), dependiente de la Junta y asegura que desde que entró en el inmueble ha habido problemas. Tanto en los exteriores del edificio como en el interior de su casa y de otros vecinos. “Es increíble que llevaba 15 años esperando que me asignaran una casa y ahora que la tengo, se cae a pedazos”, lamenta.
Son viviendas nuevas, pero según sus moradores, presentan deficiencias que les preocupan y que hacen su habitabilidad mucho más que incómoda.
Así, relatan que en el exterior de los bloques hay numerosas grietas en las juntas y temen que les entre agua en el interior. Es más, en las propias paredes interiores de las casas, también hay grietas.
“Y mucha humedad”, indica a VIVA una de las afectadas. A ello hay que sumar “un horrible olor a cañerías, que se hace insoportable”. Además de otras cuestiones, como que una de las puertas de paso de su casa levanta del suelo varios centímetros “y cabe un pie por debajo”.
Todavía no tienen comunidad de vecinos, “sino que pagamos a uno de los vecinos para que se encargue del mantenimiento, pero no tenemos ni antena de televisión”.
Junta de Andalucía
Tras conocer esta situación, VIVA ha contactado tanto con el Ayuntamiento como con la Junta de Andalucía. Desde el Consistorio indican que es competencia autonómica, pues lo único que se ha hecho desde la delegación es aportar el registro de demandantes de vivienda.
Mientras, desde la AVRA han apuntado que “la Agencia no ha tenido conocimiento de ninguna deficiencia en las 22 viviendas de la calle Sol, desde que fueron entregadas” hasta el lunes, cuando un vecino contactó telefónicamente.
“A partir de esa información, se pone en marcha el protocolo para estos casos, con visita técnica a las viviendas para determinar el alcance de la situación y adoptar las medidas que fueran necesarias”, han asegurado a VIVA desde la AVRA.
