Jerez

La Amargura protagoniza un inédito traslado a la Catedral

La imagen presidirá el triduo previo a la celebración de la festividad de la Inmaculada

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  • La Amargura llegando a la Catedral. -

 La Virgen de la Amargura aguarda ya en la Catedral la celebración del triduo previo a la solemnidad de la Inmaculada Concepción, que esta vez ha querido rodearse del mayor realce posible al coincidir con el cuarto centenario del Voto de la Ciudad. La dolorosa fue trasladada en la mañana de este domingo desde la parroquia de los Descalzos en una procesión marcada por las bajas temperaturas. 

La Virgen de la Amargura tuvo oportunidad de hacerse presente en calles que a pesar de resultar bastante próximas a su sede canónica apenas habían conocido hasta ahora de su presencia, como Descalzos, Diego Fernández Herrera, José Alfonso Reimóndez Lete, Porvenir o Mariñíguez.

Ya avanzado su itinerario, el cortejo se adentró por calle Barja para transcurrir posteriormente ante la parroquia de San Miguel y bajar posteriormente por Armas en busca de Manuel María González y la Catedral, templo al que llegaría la imagen pasada ya la una de la tarde.

Este martes dará comienzo el triduo previo a la solemnidad de la Inmaculada Concepción. Estos cultos comenzarán diariamente a las 20.00 horas y serán predicados por Luis Salado de la Riva, párroco de Los Descalzos; Manuel Lozano Jiménez, párroco de San Miguel y mayordomo del Cabildo Catedral; y Antonio López Fernández, deán del Cabildo Catedral.

El obispo de Asidonia-Jerez, José Mazuelos Pérez, oficiará el viernes 8 de diciembre el pontifical propio de la solemnidad de la Inmaculada Concepción, que dará comienzo a las 11.30 horas. Ya por la tarde, a las 17.00 horas, dará comienzo la procesión que devolverá a María Santísima de la Amargura a la parroquia de Los Descalzos.

De este modo serán clausurados los actos que se han venido celebrando estas últimas semanas con motivo del cuarto centenario del Voto inmaculista, una efeméride que entre otras cosas ha incluido una exposición mariana en los Claustros de Santo Domingo, así como un besamanos magno con más de medio centenar de imágenes. 

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