Jaén

Doble vara para medir la ruina municipal

Mientras el Ministerio aprieta a los ayuntamientos más endeudados del país, entre ellos el de Jaén, las cuentas revelan elevados gastos de la etapa de De Moya

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El Ministerio de Hacienda acogió ayer una reunión con los ayuntamientos a los que se les ha advertido que deben reducir su morosidad y pagar a los proveedores en el plazo legal establecido, que son treinta días. El Ayuntamiento de Jaén, que estuvo representado por su alcalde, Javier Márquez, según los datos del propio Ministerio, tenía en el mes de septiembre un periodo de pago de 553 días (473 según la Asociación de Trabajadores Autónomos), el mayor de todo el país, como consecuencia de la elevada deuda, también la más elevada. En la reunión no estuvo presente el secretario de Estado de Hacienda, José Enrique Fernández de Moya, exalcalde de Jaén de 20011 a 2015. Fernández de Moya es el encargado de velar porque se cumpla la Ley de Estabilidad y Sostenibilidad Financiera (LOESF), la norma que regula los procedimientos y plazos para reducir los desequilibrios presupuestarios (déficit y deuda) y la morosidad de las administraciones públicas. Sin embargo, también es en parte uno de los culpables de la elevada deuda del Ayuntamiento de Jaén, que según la oposición, ronda los 750 millones de euros, cuando en 2011, al abandonar el gobierno PSOE e IU estaba en torno a los 300 millones.

Facturas

Uno de los ejemplos de la gestión del exalcalde al frente del equipo de Gobierno del PP en Ayuntamiento de Jaén fue el caso de las elevadas facturas de cloro presentadas por la empresa Matinsreg de Toro (Zamora), cuya única relación con Jaén era que un senador del PP de esa ciudad era compañero en la bancada del Senado de José Enrique Fernández de Moya, si bien, carecía de cualquier vinculación con la empresa. Sin embargo, tal y como denunció el PSOE en su día, la coincidencia era curiosa, al menos. Según los datos a los que ha tenido acceso VIVA JAÉN, desde agosto de 2012 a marzo de 2013, la empresa presentó facturas de conservación y mantenimiento del alumbrado público, semáforos y fuentes ornamentales por valor de 1.629.990’07 euros, todas ellas por un valor menor a los 50.000 euros, que era el límite para poder adjudicar un gasto a dedo, sin concurso o concesión, y una vez que la anterior concesionaria, Imesapi, decidiera abandonar el servicio y los trabajadores (a pesar de que Fernández de Moya y su concejal de Hacienda, Miguel Contreras, les prometieran que continuarían) quedaran fuera del nuevo pliego de condiciones al no ser subrogados sus contratos. Al igual que sucedió con Imesapi, los pagos comenzaban a retrasarse. Ese importe se llevó finalmente a un Pleno extraordinario de agosto de 2016, algo que criticó la oposición, ya que la firma zamorana había sido investigada por la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) de la Agencia Tributaria. De hecho, unas semanas antes, personal de la Oficina Antifraude acudieron al Ayuntamiento en busca de las facturas que Matinsreg entregó al Ayuntamiento, si bien, y según confirmaron ayer fuentes municipales, el caso llegó a los tribunales y fue archivado.     Fue, sin embargo, el Grupo Municipal Socialista quien se encargó de denunciar el gasto diario de unos 10.000 euros en cloro para el tratamiento de las fuentes ornamentales de la ciudad. Mientras que la empresa Imesapi facturaba al mes una media de 26.000 euros por cloro (julio de 2012, 26.736’22 euros) la empresa zamorana presentaba facturas de tres y cuatro días de 39.000 y 49.000 euros, respectivamente, tal y como puede observarse en las facturas que reproduce VIVA JAÉN. Durante este periodo, el litro de cloro se pagaba a 3’81 euros y el de alguicida a 69 euros, ambos muy por encima del valor que tenía y tiene en el mercado (un litro de cloro líquido ronda el euro). Tal y como recogen las facturas, el día 1 de abril de 2013, los operarios usaron 875 litros de cloro líquido y 60 kilos de cloro en polvo para las fuentes de Jaén. Sin embargo, al día siguiente precisaron 558 litros de cloro y al siguiente, otros 562 litros. Y, curiosamente, cada una de estas facturas diarias recogía 132 horas de personal echando cloro y limpiando fuentes (a ocho horas harían falta 16 trabajadores) lo que sumaban casi siempre, 3.809’52 euros. Muchas horas si se tiene en cuenta que según denunciaban en su día los extrabajadores de Imesapi, apenas contaban con cinco operarios, lo que supondría casi estar todo el día echando cloro y limpiando fuentes. Y al día siguiente igual. Y todo ello con no pocos reparos de la Intervención municipal. Todo un ejemplo de mala gestión, legal o no, que sumó para convertir al Ayuntamiento de Jaén en el más endeudado. En definitiva, un ejemplo de despilfarro municipal en plena crisis y con el visto bueno de Hacienda. 

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