Chiclana

Fernando Belizón entra en el club de los centenarios

El alcalde de Chiclana asistió a la fiesta sorpresa que le organizaron sus familiares y amigos en el centro de mayores de Santa Ana.

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  • Fue durante 22 años Policía Local y también durante 28 cobrador de seguros.
  • El alcalde le impuso la insignia del Ayuntamiento de Chiclana.

El alcalde de Chiclana, José María Román, y la delegada municipal de Tercera Edad, Mª Ángeles Martínez, han asistido a la fiesta de cumpleaños que se ha organizado en el centro de mayores Santa Ana, sito en la carretera de Fuente Amarga, y que ha tenido como protagonista a Fernando Baizán López, que en la jornada de este lunes alcanzó los 100 años de edad.

"Llevo una vida buena y metódica, pero de vez en cuando me como mi manteca colorá y me bebo un cubata"

Así, rodeado de familiares, amigos y compañeros del centro, Fernando Baizán ha celebrado este día tan especial, donde ha querido estar presente el regidor chiclanero, quien le ha felicitado, le ha impuesto la insignia del Ayuntamiento y ha mostrado su satisfacción por la energía de este vecino, que acude diariamente al centro de mayores. En este sentido, el alcalde ha resaltado su trayectoria en la Policía Local, donde estuvo 22 años, principalmente en el departamento de Tráfico. También, como señaló el propio homenajedo indicó, estuvo durante 28 años cobrando seguros de defunción para la compañía Finisterre, de la que posteriormente pasaría a ser responsable.

Por su parte, Fernando Baizán ha mostrado su satisfacción por el trabajo realizado en Tráfico, recordando sus vivencias en la rotonda del conocico Bar El Pájaro, "donde yo era el capitán general", dice.

“A mi me gustaba el trabajo que realizaba y ojalá aún pudiera estar ahora en el cuerpo de la Policía”, expresaba el centenario vecino chiclanero, quien ha indicado que “el secreto para llegar así a los 100 años es llevar una vida buena y metódica, sin abusar del tabaco y el alcohol y comiendo de todo. Toldo ello sin olvidar la actividad física como bailar”. Pese a todo, tiene sus pequeños caprichos, como él mismo reconoce diciendo que "me como mi manteca colorá y de vez en cuando hasta un cubata".

Fue un acto entrañable en el que, como no podía ser de otra manera, no faltaron los regalos como el de una bufanda, ideal para el temporal que asola estos días Chiclana y la provincia gaditana.

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