Publicidad Ai
Publicidad Ai

Sevilla

Conflicto tras la muerte de gatos rescatados de la Fábrica de Vidrios

Las personas que los alimentaban sospechan de una "negligencia" y el refugio que los acogió avisa de que sufrían enfermedades

Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad Ai Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
  • Gatos. -

La muerte de buena parte de los gatos de la colonia de felinos que habitaba la antigua fábrica de vidrios La Trinidad, enclavada en la avenida de Miraflores y cuya nave central, hornos y chimenea están protegidos como bien de interés cultural (BIC), ha desencadenado un conflicto entre las personas que alimentaban a estos gatos y el refugio de animales al que fueron confiados.

El asunto se encuadra en la solución finalmente alcanzada para este emblemático enclave industrial de la calle Miraflores, cuyos propietarios se agrupan en una junta de compensación encabezada por la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), es decir el conocido como banco malo.

Y es que tras décadas de abandono y episodios de ocupación y expolio en este lugar, el Ayuntamiento de Sevilla y la junta de compensación alcanzaban este año un acuerdo mediante el cual los espacios protegidos de la antigua fábrica serán cedidos al Consistorio tras ser sometidos a obras de consolidación, y el resto de la parcela acogerá la construcción de al menos 200 viviendas de renta libre.

En este contexto, un grupo de vecinos de la zona señala la "extensa y prolífera colonia de gatos" que habitaba el enclave, unos felinos a los que estas personas alimentaban e incluso proporcionaban "tratamientos veterinarios", según Juana Reina, una de estas personas.

Porque al quedar resuelto el destino de este espacio, estas personas se veían en la obligación de "rescatar y salvar a todos los gatos", que sumarían más de 30 en aquel momento. A tal efecto, Juana Reina detalla en un escrito recogido por Europa Press los "esfuerzos y gestiones" del colectivo por lograr acceder al interior del enclave con la autorización de los propietarios, y sacar de allí a los felinos.

Según Juana Reina, tras otras tantas gestiones para solucionar el destino de los gatos, se concertó su entrega a la asociación Ayandena de Ayuda Animal Y Defensa Natural, una vez fuesen castrados y testados en la Sociedad Protectora de Animales de la calle Hespérides.


MUERTOS "CASI LA MITAD"

Es ahí donde Juana Reina expone que tras seguir dicho procedimiento, "a los pocos días de haber entregado los últimos felinos", habrían tenido conocimiento de que "aproximadamente la mitad" habían fallecido tras ser acogidos por Ayandena. A tal efecto, esta mujer y las personas que alimentaban a estos gatos sospechan que los fallecimientos derivan de "una gran negligencia o un terrible descuido", manifestando su temor ante la posibilidad de que los gatos falleciesen por las altas temperaturas del espacio donde fueron depositados o por carecer de "la debida atención veterinaria".

No obstante, una portavoz de Ayandena ha explicado a Europa Press que si bien estas personas habrían contactado con esta asociación con la premisa de entregar "unos 15 gatos" al refugio, finalmente habrían entregado unos 40 felinos "y un perro". Además, ha expuesto que "la mayoría" de estos gatos sufrían "enfermedades muy contagiosas" y en su entrega, acontecida de modo paulatino, los cachorros habrían sido separados de sus madres, extremo que habría resultado fatal para los pequeños felinos.

Así, esta portavoz de la asociación de ayuda animal Ayandena ha defendido que los ejemplares fallecidos sufrían enfermedades o eran "cachorros separados de sus madres", asegurando que median "informes veterinarios" acerca de cada uno de los felinos fallecidos.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN