El Sindicato Médico de Cádiz llevó a cabo este jueves en Jerez la primera de las concentraciones previstas en los centros de salud de la provincia para denunciar el deterioro de la calidad asistencial en la atención primaria debido a la falta de recursos, de personal y, en consecuencia, de tiempo para atender a los pacientes. El punto elegido no fue casual, pues el centro de salud de San Benito es uno de los que visibiliza mejor esta situación con cupos que superan los 1.800 pacientes por médico, cuando la ratio marcada por la Junta marca la barrera en 1.500. Para llamar la atención sobre lo que a estas alturas consideran ya “irregularidades”, la organización sindical realizará protestas en toda la provincia que serán la antelasa a la huelga de médicos convocada en Atención Primaria para el próximo 27 de noviembre en todos los centros de la comunidad andaluza.
El presidente del Sindicato Médico de Cádiz, Pedro Calderón, alerta de la “degradación” de la relación médico-paciente ante la falta de atenciones, lo que deriva en “muchas amenazas, muchos encontronazos y agresiones”. Lo peor de todo, tal y como apunta el representante del sindicato, es que aunque estas conductas violentas “nunca son justificables”, sí tienen claro que están directamente relacionadas con el tiempo que tienen que esperar los usuarios para entrar en consulta desde que llegan. “La gente está insatisfecha porque tienen que esperar mucho y esto conlleva una alteración”. Una crispación que en los peores casos se traduce en agresiones o intentos de agresiones a los facultativos, que en lo que va de año han registrado un repunte. Aún no hay datos, pero el sindicato tiene claro que han aumentado frente al pasado año, y no hay que perder de vista que esta provincia es una de las que más incidentes de este tipo sufre en sus consultas a nivel nacional.
“El día a día son médicos atendiendo a muchísimas personas y el médico no puede dividirse en dos o tres”. “Hay un déficit muy importante de personal y los médicos ya no pueden más, porque tienen que atender muchas veces sus cupos y los de sus compañeros, los de por la tarde, y no se arbitran recursos. Hace muchísimo tiempo que el sindicato médico está llamando la atención de estos problemas, pues el médico no le dedica incluso el tiempo que se le tendría que dedicar a los pacientes. Pedimos un mínimo de diez minutos por paciente”, señala Calderón, que tiene claro que “lo ideal” frente a los tres, cuatro y cinco minutos que se están asignando para las citas entre una y otra, es “dedicarle a cada paciente lo que necesite”.
En la práctica, ocurre justamente lo contrario, lo que aumenta aún más la frustración de los pacientes que “necesitan atención porque estar malos es una de las peores cosas que hay”. Las contrataciones anunciadas por el SAS tampoco son la panacea ni mucho menos, pues además de “insuficientes”, según critican, tienen otro hándicap: los contratos precarios que se han hecho estos últimos años. “Muchos médicos no quieren venir, se han ido a otras comunidades e incluso al extranjero y ahora es difícil recuperarlos”, sentencian.
